por Agustin Gulman
26 Mayo de 2017 17:20El escenario fue la autopista Riccheri, el hecho ocurrió tres días atrás y dejó como saldo una oficial de la Policía Bonaerense herida con siete disparos en las piernas.
Un grupo de delincuentes intentó robar una camioneta repleta de cajas de cigarrillos y se produjo una tensa persecución con intercambio de balas pasadas las ocho de la mañana.
Pero el hecho, por el que hubo varios detenidos y un delincuente que falleció, dejó una gran duda vinculada al protocolo que deben seguir los efectivos policiales a bordo de un patrullero, al menos en la fuerza que vigila la provincia de Buenos Aires. ¿Pueden superar los límites de velocidad, incluso cuando se encuentren en una persecución?
La respuesta es más que llamativa. Según explicaron a BigBang, la Policía debe respetar la Ley Nacional de Tránsito, que establece los límites máximos y mínimos para calles, avenidas, rutas y autopistas. Por insólito que resulte, los patrulleros deben respetarlos, incluso durante persecuciones a delincuentes.
“Tienen que cumplir la ley de tránsito. No se puede poner en riesgo la vida de terceros”, aclararon desde el Ministerio de Seguridad bonaerense, aunque advirtieron que podrían existir algunas excepciones, ante situaciones donde no corran riesgo otros conductores o peatones.
En 2015, un grupo de efectivos policiales había cuestionado una serie de sanciones por superar los límites de velocidad, incluso cuando el caso lo ameritaba, que comenzaron a llegar tras el relevamiento del sistema ABL, una suerte de radar que permite conocer con exactitud la velocidad a la que circula y la ubicación de los patrulleros.
En la autopista Riccheri los delincuentes se tirotearon con la Policía Bonaerense.
En las imágenes de la persecución del martes pasado se observa a los dos vehículos, un Vokswagen Gol y un Peugeot 208, escapar a toda velocidad, mientras que el patrullero que lo perseguía no sobrepasaba los límites permitidos.
Desde la cartera de Seguridad bonaerense aclararon que ante una situación de estas características se pone en marcha un operativo cerrojo, con varios móviles, que intentan interceptar a los delincuentes sin superar límites de velocidad.
La ley de tránsito establece que en las calles el límite es de 40 kilómetros por hora, mientras que en avenidas se extiende a 60. En autopistas y rutas, la máxima permitida es de 130 kilómetros por hora, aunque hay tramos donde es menor. Por eso, desde la cartera de Seguridad que conduce Cristian Ritondo insisten en que “no se puede poner en riesgo la vida de otros”.
Los patrulleros tienen un sistema de rastreo que además perimite saber a qué velocidad circulan.
Un importante ex funcionario del área de seguridad le dijo a BigBang que es incomprensible que eso ocurra. “No puede ser. Durante un patrullaje de rutina se deben respetar los límites, pero en una persecución la situación es distinta”, aseguró. Y puso un ejemplo: un policía no podría ingresar a una vivienda sin orden de allanamiento. Sin embargo, si se detecta un delito infraganti, sí podría hacerlo. “Con las persecuciones debiera pasar lo mismo”, aseguró.
La imposición habría comenzado en 2015 cuando se comenzó a instalar en los móviles el rastreo ABL, de ubicación y velocidad. Si los oficiales superan los límites permitidos podrían ser sancionados y hasta sumariados. De hecho, si desde el Centro de Monitoreo se detecta que un móvil pasa más de 15 minutos detenido, se comunican para saber en qué situación se encuentra.
Los controles a los policías se intensificaron desde la instalación del sistema ABL.
Incluso, hubo varios casos de efectivos que a bordo del patrullero, ya sea durante persecuciones o por exceso de velocidad sin ninguna justificación, atropellaron y mataron a varias personas. El caso paradigmático ocurrió en febrero del año pasado en Villa Ballester. Una camioneta de la Bonaerense atropelló y mató a una señora e hirió a una niña de diez años. Tiempo antes, en 2015, una nena de 13 años fue atropellada a la salida de un boliche en Ituzaingó, también por un patrullero.