Los guardias del Penal N° 1 de Viedma, en Río Negro, vivieron un hecho insólito, propio de una comedia. Un preso intentó fugarse de la cárcel en un cochecito de bebé, aunque su particular intento por recobrar la libertad no resultó como esperaba ya que a última instancia, a pasos de salir del establecimiento, fue frenado justo a tiempo por un guardia.
El cochecito en el que el preso quería fugarse del penal.
El protagonista de este insólito hecho es Lucas Ezequiel Giménez Pazos, quien había sido detenido el 23 de junio de 2016 por robo agravado en la casa de un vecino de Viedma, a la cual entró vestido con el uniforme de una empresa de servicios.
El intento de fuga ocurrió el último sábado mientras los internos condenados disfrutaban de las visitas de sus familiares. Una pareja, junto a su bebé, ingresó en el penal para visitar a Pazo entre las 11:30 y las 14:30 del sábado, horario en el que están estipuladas las visitas del penal.
Sin embargo, casi sobre el final del tiempo establecido la pareja quiso salir con el bebé en brazos mientras empujaban el cochecito aparentemente vacío. Esto no alertó a los guardias, pero algo le jugó en contra a Pazos en su huida: una de las ruedas del cochecito se trabó en el camino.
Penal N° 1 de Viedma, en Río Negro.
Según los guardias, el matrimonio mostraba signos de nerviosismo y el bebé rompió en llanto en los brazos de sus supuestos padres, por lo que decidieron ayudar a destrabar la rueda del suelo de tierra del penal. Fue entonces que al moverlo, notaron el exceso de peso del carrito y descubrieron el intento de fuga del preso.
El cochecito había sido alterado para que un adulto pudiera esconderse dentro. Frente a esto, los guardias detuvieron nuevamente al interno y a ambas personas, las cuales fueron identificadas como Ricardo Servidio y Natalia Andrada. A su vez, se le abrió una causa a la pareja por el intento de facilitación de fuga. La mujer quedó demorada y fue puesta en libertad a las horas.
El sobrepeso del cochecito alertó a los guardias.
Esta no es la primera vez que Giménez Pazos intenta fugarse del penal, aunque si es la primera vez que fue descubierto. El 6 de octubre del año pasado había logrado fugarse del penal Nº 1 de Viedma junto a otros dos presos. Fue recapturado el 29 de diciembre de ese mismo año, a tres kilómetros de Miramar mientras iba a bordo de un Chevrolet Cruze blanco.