03 Enero de 2017 17:36
"Ella lloró mucho con el caso Melina Romero", recordó entre lágrima Ludmila, la hermana mayor de Daniela Iara Soledad Rodríguez, la chica de 15 años asesinada de un tiro en el ojo por su novio, Fabricio David Chiribe, en la localidad de Pablo Podestá, partido de Tres de Febrero. Primero discutieron por Whatsapp, después cara a cara. Lo último que vio Daniela fue a su propio novio apuntándola con el arma de su padre gendarme. Su cuerpo quedó mirando hacía la puerta. Quería escapar. Su pareja no la dejó.
En el oeste del conurbano bonaerense, pero en José León Suárez, apareció sin vida en el 2014 Melina, la joven desaparecida tras festejar su cumpleaños en San Martín. Y muy cerca de ambos lugares, en Villa Tesei, una cartonera descubrió en el 2011 el cuerpo de Candela Rodríguez, de tan sólo 11 años, en una bolsa de residuos. Tres femicidios adolescentes -y hasta preadolescentes- con una misma razón: hombres más grandes que ellas le quitaron la vida sólo por ser mujeres.