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Jardinero se suma a los religiosos acusados de abusar de niños sordos

Es el quinto imputado y detenido por abuso con acceso carnal registrado en el colegio religioso Antonio Próvolo, que fue intervenido por el Gobierno de la provincia.

30 Noviembre de 2016 21:19
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El escándalo crece, se esparce, indigna y los detalles son revulsivos. Y se suman novedades. Un jardinero fue imputado en la causa por abuso de al menos una docena de niños sordos en un colegio religioso de Mendoza, el Instituto Antonio P?ovolo.

El instituto del horror fue intervenido.

Ya son cinco los acusados entre los cuales hay dos sacerdotes -uno de los cuales tenía antecedentes de abuso- un monaguillo y un empleado. La imputación es por "abuso sexual agravado por la guarda y la convivencia preexistencia con menores, en concurso real con corrupción de menores" y la investigación es llevada adelante por el fiscal de instrucción Fabricio Sidoti quien imputó al jardinero Armando Gómez, de 46 años.

Los padres, indignados quieren una investigación profunda.

Por esta causa ya fueron detenidos y trasladados a un penal los sacerdotes Nicolás Corradi (82), quien tenía acusaciones similares en Italia en los ochenta y fue trasladado a Mendoza; Horacio Corbacho (55), el monaguillo Jorge Bordón (55) y un empleado del instituto, José Luis Ojeda (41), quien también es sordo como los alumnos. No se descartan más detenciones.

Uno de los acusados, el cura Horacio Corbacho. Foto Diario Uno.

El fiscal detalló que las víctimas "denunciaron abuso sexual agravado con acceso carnal y sexo oral", y en los relatos "dijeron que los llevaban a la `Casa de Dios´, los metían para atrás en un lugar ubicado en el fondo del instituto donde otras víctimas podían ver a través de la rendija de una puerta lo que pasaba”.

El "monaguillo" Jorge Bordón.

La causa judicial cuenta ya con los testimonios de más de una treintena de testigos y víctimas que denunciaron en las últimas horas los abusos sexuales cometidos contra al menos una docena de niños de entre 10 a 12 años que asistían al Instituto 

“Yo lo quería sacar del albergue a mi hijo porque empezó a tener conductas agresivas, llora todo el tiempo y se hace pis y caca encima” pero la directora me prometió que “acá iba a estar cuidado” dijo la mamá de una de las víctimas.

Lejos de los niños y con apoyo psicológico

Luego de una reciente reunión, los papás de los chicos coincidieron en resaltar el poco contacto que tenían con los religiosos de la institución y el hermetismo con el que se manejaban. "Ellos eran muy cariñosos con los chicos pero a nosotros ni nos saludaban", recalcó otra madre. 

Desde la dirección General de Escuelas y de la Subsecretaría de Desarrollo Social, dispusieron que, debido a los hechos ocurridos en el Instituto Próvolo, “se tomará una serie de medidas y acciones para garantizar el derecho y el servicio educativo de los alumnos” para que puedan terminar el ciclo lectivo. Se refería a una intervención directa.

La Dirección de Asuntos Jurídicos solicitó a la Fiscalía , a través de un sumario, “que la orden religiosa no podrá tener contacto ni acercamiento con los alumnos del instituto; en tanto se instalará en la institución la sede de la supervisión correspondiente hasta el final del ciclo lectivo”, indicó un comunicado.

Mientras, el personal administrativo trabajará en conjunto con una psicóloga especializada en abuso infantil, cuatro intérpretes de lengua de señas, dos trabajadores sociales y los profesionales de la Doaite (dirección de Orientación y Apoyo Interdisciplinario a las Trayectorias Escolares).