Pasaron cuatro meses desde que Joaquín Furriel fue ingresado de urgencia en el Sanatorio Los Arcos luego de sufrir un ACV cuando regresaba de un viaje a Europa. Recuperado, el actor habló de su delicado cuadro de salud y reconoció: “Pensaron que era por la falopa”.
“Tenía todo perfecto: el corazón, cerebro, colesterol, presión. El 60 por ciento de los que tienen un ACV a mi edad son adictos a la cocaína
El actor de 41 años sufrió en octubre un ACV cuando regresaba de un viaje a Londres.
“El neurólogo que me atendió me dijo que no trabaje por tres meses. Tenía todo perfecto: el corazón, cerebro, colesterol, presión. El 60 por ciento de los que tienen un ACV a mi edad son adictos a la cocaína”, relató en una entrevista radial al ciclo Perros de la calle.
“En el vuelo la gente aplaudió y un inglés a mi izquierda me preguntó por qué. Cuando quise responderle, me di cuenta de que tenía un problema para hablar
Pese al imaginario popular, el actor de 41 años se describió como “un tipo sano”, aunque recordó el incidente que sufrió jugando con su hija Eloísa. “El año pasado me rompí una vértebra y ese fue el mensaje para bajar un cambio y ordenarme”.
Después de recibir el alta por el accidente doméstico, el actor emprendió un viaje junto a su hija y su por entonces pareja, la modelo Naomi Preizler. “Me tomé un avión en Londres a Buenos Aires, veo una película, me quedo dormido y me despierto 08.10 de la mañana. Ocho horas de corrido dormí sin tomar nada”, recordó.
“Perdí la noción del tiempo. Quise mover el teléfono con la mano izquierda y no lo podía hacer
Furriel y la mdoelo Naomi Preizler. Se separaron semanas después del ACV.
Al despertarse, Furriel sintió “un cansancio enorme”. “Estaba reventado. En el vuelo la gente aplaudió y un inglés a mi izquierda me preguntó por qué. Cuando quise responderle, me di cuenta de que tenía un problema para hablar”, sumó, y detalló: “Me quería poner las zapatillas y tardaba 20 minutos y no me daba cuenta. Perdí la noción del tiempo. Quise mover el teléfono con la mano izquierda y no lo podía hacer”.
“En ningún momento me di cuenta de que me estaba pasando algo grave. Lo veía raro, pero pensaba que era el cansancio
“Mi terapeuta me dijo que el problema no fue el accidente, sino cómo yo reaccioné ante eso. Lo negué, en ningún momento me di cuenta de que me estaba pasando algo grave. Lo veía raro, pero pensaba que era el cansancio”, remató.