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John Harrison, el hombre con el mejor trabajo del mundo

Puede decirse que Harrison es un hombre realizado. Vive en Estados Unidos, donde tiene un oficio particular. ¿Querés saber a qué se dedica?

25 Agosto de 2015 07:19
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Tener el mejor trabajo del mundo, ganar mucho dinero y encima divertirse en horas laborales parece una fantasía, pero John Harrison, un ingeniero en alimentos, demostró que este sueño es posible. Harrison es un catador oficial que se ocupa de degustar y supervisar los sabores de helados Edy´s, una conocida empresa estadounidense que fabrica nuevos gustos y los comercializa en ese país.

 John Harrison, el hombre con el mejor trabajo del mundo.

Harrison, que trabaja en esta empresa desde 1980, degusta un promedio de sesenta sabores por mes. Para realizar su trabajo, el catador de helados utiliza una cuchara de oro, ya que la madera y el plástico tienen una resina que puede cambiar el verdadero sabor del postre. 

El ingeniero prueba casi 60 gustos de helado por mes.

Para ejecutar el proceso de prueba, el ingeniero agarra una cucharada de helado y se la mete en la boca, haciendo pasar esa pequeña porción por toda la lengua. De esta manera las papilas gustativas detectan si el sabor es correcto o no. En caso de que el gusto no sea el adecuado, la empresa se encarga de donar todos los tachos descartados. Lo que no quedó claro es cuánto cobra por hacer su trabajo.

Harrison no sólo tiene un buen trabajo, el también posee el paladar más caro del mundo. La empresa considera que el catador es un empleado muy importante, por esta razón se encargó de asegurar su boca en un millón de dólares.

Para realizar su trabajo, el catador usa una cuchara de oro para que ninguna resina perturbe el verdadero sabor del helado.

A pesar de que todos quisieran tener este trabajo, el catador confesó que no es fácil tener una alimentación basada en crema y azúcar, que muchas veces se cansa y que tiene muchos problemas a la hora de hacer dieta. En una entrevista para el portal cookinglight, Harrison confesó: “Es un trabajo duro, pero alguien tiene que hacerlo”.