23 Mayo de 2017 14:33
A pasos de lanzar un nuevo libro titulado 56, donde repasa aristas de su carrera profesional y su vida personal, Jorge Lanata anticipó un fragmento que incluye una explosiva revelación.
Lanata se animó a una impactante revelación personal.
Así, el periodista se animó a confesar que es adoptado y que se topó con el dato hace pocos meses. "Tenía cincuenta y cinco años cuando me enteré", explica Lanata.
"Toda mi vida pensé que mi vínculo -¿mi necesidad?- con el periodismo tenía que ver con una enfermedad de mi madre, víctima de un tumor cerebral que lesionó su centro del habla: ella no podía hablar", amplía en su libro. "Mamá no podía responder, yo preguntaba".
Bárbara, hija mayor de Lanata, es una de las pocas personas que conocía su secreto.
"Ahora sé que ella no era ella, o sí lo era pero de otro modo, y que mis preguntas intuían un secreto que busqué sin proponérmelo, casi toda mi vida. Si 'ellos' no eran ellos, yo ¿era yo? La pregunta es idiota", reflexiona el periodista.
Lanata relata que hasta hoy sólo "cinco o seis personas" sabían sobre su condición de hijo adoptado, entre las cuales se encontraban dos de sus ex mujeres, Sara Stewart Brown y Andrea Rodríguez, y su hija mayor Bárbara.
El libro de Lanata, "56", saldrá a la calle el lunes próximo.
Es justamente sobre ella quien pone el foco al ilustrar que lo primero en lo que pensó cuando se enteró de que no era hijo biológico de sus padres fue en que "las largas manos de pianista de Bárbara" no venían de las de su madre.
Drogas y suicidio
Sin embargo, ésta no es la primera revelación importante que el periodista hace sobre su vida. En una biografía escrita por su colega Luis Majul, sacó a la luz algunos aspectos oscuros de su pasado.
"Lanata tomó una cantidad desmesurada de cocaína diaria entre los 30 y los 40 años, y tuvo que ir a un centro de desintoxicación en los Estados Unidos para poder seguir adelante con su vida", supo relatar Majul en una columna para el diario Clarín anticipando su libro.
Además, en ese volumen se describe un intento de suicidio ocurrido durante la noche de Año Nuevo de 1998. Esa, sin embargo, no fue la primera vez que el periodista pensó en quitarse la vida.
En su libro sobre Lanata, Luis Majul también revela aspectos oscuros de la vida del periodista.
"Tenía apenas 37 años y una Smith&Wesson calibre 38, de 800 dólares, lista para ser utilizada", cuenta Majul. "Al lado del arma, sobre la mesa ratona de metal oxidada, había un 'papel' repleto de cocaína 'de la buena', una botella abierta del exquisito y caro champagne francés Veuve Clicquot y unos cuantos atados de Benson & Hedges y Parliament".
De acuerdo con Majul, detrás de la decisión de Lanata se encontraba la sensación de haber sido traicionado por sus ex compañeros de Página/12, que -según él- lo "borraron" de la historia del diario, y su primer despido de la televisión.