Mientras avanza la causa que investiga el asesinato de Fernando Báez Sosa?, los abogados de la familia buscan sumar testigos claves. Así, no sólo estarían a la búsqueda del sospechoso número 11, sino también de una persona que chateó con uno de los rugbiers, identificado en WhatsApp como "José Gordo".
En relación a este último joven, Fernando Burlando, parte del equipo, señaló que su declaración podría ser "de sumo interés" para la investigación. Concretamente, según informó el diario Clarín este testigo sería el receptor del mensaje en el cual Blas Cinalli exclamó "amigo, flasheamos, matamos a uno".
Recusación y prisión domiciliaria
Mientras tanto, el juez David Mancinelli rechazó el pedido de recusación a la fiscal Verónica Zamboni que interpuso la defensa de los rugbiers, encabezada por Hugo Tomei. Vale recordar que el letrado no se presentó en la primera audiencia emplazada para tal fin, aduciendo que no había tenido tiempo de prepararse.
Después, la Cámara de Apelaciones y Garantías de Dolores decidirá sobre la apelación de la prisión preventiva de los ocho detenidos y determinará si esperarán o no el juicio tras las rejas: el letrado que los representa pretende que sean trasladados a prisión domiciliaria con tobillera electrónica.
Para apoyar su argumento de que la prisión preventiva debe ser revocada, Tomei elaboró un planteo de nulidad, algo que también utilizó para denunciar penalmente a Zamboni. Dentro de ese argumento, asegura que la detención de los rugbiers infringió las formas establecidas en los artículos 308 al 315 del Código Procesal Penal bonaerense.
En ese sentido, Mancinelli solicitó una serie de informes socioambientales a los hogares de los reos, aunque parece poco probable que reciban el beneficio considerando la gravedad del delito que se les imputa y el hecho de que el juez les dictó la preventiva teniendo en cuenta que existe riesgo "de fuga y entorpecimiento probatorio".