Agrupaciones de jubilados, la CGT, el Polo Obrero, organizaciones de izquierda, las CTA y movimientos sociales marcharán durante esta jornada frente al Congreso de la Nación contra el veto presidencial a la Ley de Movilidad Jubilatoria. A partir de las 13 comenzará la convocatoria, mientras que en Diputados se llevará a cabo una sesión especial desde las 11 en la que la oposición intentará revertir la decisión del Ejecutivo. Sin los dos tercios para voltear el veto del presidente Javier Milei, la UCR junto a Encuentro Federal y la Coalición Cívica evaluaban como plan B mocionar durante la sesión la insistencia parcial para salvar una parte del articulado, pero la estrategia tendría patas cortas dado que Unión por la Patria, el bloque mayoritario, considera que va contra el reglamento de la Cámara de Diputados.
De esta manera, piqueteros y sectores sindicales se sumarán a las organizaciones de jubilados que todos los miércoles convocan a concentrarse frente al Anexo del Congreso de la Nación. Esta vez la protesta se realizará en la Plaza Congreso, ubicada sobre la Avenida Entre Ríos entre Callao e Hipólito Yrigoyen. Dirigentes sociales, piqueteros y sindicales aseguraron que están dispuestos a desafiar a las fuerzas de seguridad en el caso de que se aplique el protocolo antipiquetes, como sucedió en la marcha anterior. Desde la cartera de Seguridad advirtieron que las fuerzas federales van a desplegar un operativo para evitar el corte de arterias y la circulación vehicular.
El líder del Polo Obrero y referente de la Unidad Piquetera, Eduardo Belliboni; el Secretario General de la CTA Autónoma, Hugo "Cachorro" Godoy; y el Secretario General de la Central de Trabajadores de la Argentina, Hugo Yasky, son los principales referentes de esta convocatoria a la que adhirieron las organizaciones nucleadas en la Unión Trabajadores de la Economía Popular (UTEP) entre las que se encuentran el Movimiento Evita, Barrios de Pie, La Corriente Clasista y Combativa (CCC) y el Movimiento de Trabajadores Excluidos.
La ley vetada, que fue sancionada por el Senado el 22 de agosto por dos tercios (con 61 votos positivos y 8 negativos) establecía una recomposición del 8,1% en las jubilaciones. Pero diez días después, el 2 de septiembre, el Poder Ejecutivo Nacional (PEN) vetó totalmente la ley. El sueño opositor de revertir el veto se desmoronó completamente con la división a cielo abierto del radicalismo, que se expresó en todo su esplendor en la foto que un grupo de cinco diputados de la UCR protagonizó en la Casa Rosada. Antes, el oficialismo ya había quedado a las puertas de asegurarse los 86 votos necesarios para desbaratar la mayoría de dos tercios de la oposición.
La bomba del radicalismo dinamitó las pocas esperanzas que quedaban. Así las cosas, La Libertad Avanza junto al PRO y otros socios menores se encaminan a ratificar el veto a la ley de los jubilados en la sesión pedida para este miércoles a las 11 hs. El quórum para abrir el recinto está garantizado, pero un cono de sombras se proyecta para los pasos subsiguientes. Para poder habilitar el tratamiento se necesita una mayoría de dos tercios, que la oposición quedó lejos de reunir. Si milagrosamente pudiera juntar ese número, luego debería sostener esa misma mayoría para insistir con la sanción de la ley jubilatoria.
El Gobierno cuenta con una ventaja decisiva: las ausencias en las bancadas que mayoritariamente arremeterán contra el veto. En el bloque radical ya se sabe que habrá varios faltazos para ayudar al Gobierno. En Encuentro Federal, en tanto, el gobernador entrerriano, Rogelio Frigerio, instruyó a Francisco Morchio a no apoyar la ley jubilatoria, por lo que se ausentará en pos de no confrontar con su bancada. También está en duda el voto de Jorge "Loma" Ávila.
A raíz de este escenario tan desfavorable, el presidente del bloque de la UCR, Rodrigo de Loredo, conversó con Nicolás Massot, de Encuentro Federal, y con Juan Manuel López, de la Coalición Cívica, sobre la posibilidad de dejar de lado la insistencia total y en cambio impulsar la insistencia de algunos artículos en particular. La idea sería insistir con el haber mínimo equivalente al 1,09% de la canasta básica alimentaria y la recomposición del 8,1% para compensar la pérdida sufrida por los jubilados en el empalme de la nueva fórmula que no reconoció en su totalidad la inflación de enero de este año.
Afuera de la fórmula, si prosperara esta moción, quedaría el aumento adicional en marzo de cada año en caso de que la variación salarial sea superior a la evolución de los precios, y también el pago de las deudas con las cajas previsionales provinciales y de las sentencias judiciales a favor de jubilados. Perdido por perdido, estiman, es mejor rescatar una mejora parcial para los jubilados que quedarse con las manos vacías. Y más teniendo en cuenta que no habrá una nueva oportunidad.
Si se ratifica el veto, el mismo queda vigente. Queda una única bala. El problema es que al igual que el oficialismo, en Unión por la Patria consideran que como el veto de la ley jubilatoria fue total, "no se puede" abrir el dictamen en el recinto, porque tal cosa iría en contra del reglamento de la Cámara. "Hay que votar si estamos por la insistencia de la ley o a favor del veto. No hay grises. Además los radicales se tienen que hacer cargo si ahora se les está dando vuelta la cuarta parte de su bloque. El proyecto lo impulsaron ellos en acuerdo con nosotros. Y ellos sabían que Milei lo iba a vetar", explicaron con enojo y amargura altas fuentes de Unión por la Patria.
En diálogo con Noticias Argentinas, advirtieron: "Nosotros no vamos a forzar una interpretación sesgada del reglamento para salvarlos a ellos y lavarles la cara. Primero porque no se puede y segundo que se hagan cargo". La otra alternativa que no descartan en la UCR es que en lugar de pedir la insistencia de la ley, ante la inminencia de un fracaso anunciado, se decidiera emplazar a las comisiones de Previsión Social y Presupuesto para ganar tiempo y evitar la ratificación del veto. El kirchnerismo, no obstante, también es reticente a esta estrategia. "Volver a comisiones tendría como único objetivo negociar una insistencia parcial, y yo no creo en esa estrategia", señalaron.