Julieta Silva, acusada de atropellar intencionalmente a su novio Genaro Fortunato causándole la muerte, recibió una resolución favorable del Tribunal de Apelaciones en Mendoza: el beneficio de la prisión domiciliaria.
Silva podrá esperar el juicio en su casa.
El mismp tribunal, además, descartó la imputación de homicidio doloso doblemente agravado e impuso, en cambio, otras dos acusaciones -homicidio simple y homicidio culposo agravado- para que ambas sean investigadas de manera paralela hasta que la causa llegue a juicio.
La decisión llegó luego de que los jueces Alejandro Celeste, Néstor Murcia y Jorge Yapur consideraran varias pruebas presentaas en favor de la acusada.
Pruebas favorables
Los magistrados tuvieron en cuenta el hecho de que la intensidad de la discusión que Silva mantuvo con Fortunato antes de su muerte no ameritaba el desenlace fatal.
Además, las huellas dactilares de la víctima presentes en la parte externa de la ventanilla del conductor del vehículo confirman el testimonio de la joven, quién aseguro que nunca bajó el vidrio y no pudo ver a Genaro corriendo a su lado.
Para el tribunal, el auto ya se había alejado cuando Fortunato cayó al piso y Silva no lo vio porque se hallaba en una zona de penumbra, llovía, el auto tenía vidrios polarizados y ella no llevaba puestos sus anteojos recetados. Además, se probó que la mujer tenía un grado de medio a alto de intoxicación alcohólica.
En ese sentido, esta semana se dieron a conocer pericias que indicaron que "el alcance de las luces del vehículo fue de 22 metros y que, según las condiciones climáticas de la noche del suceso, los vidrios del mismo se empañaron".
En la audiencia de hoy la fiscal de la causa, Andrea Rossi, reiteró su posición de que la noche del hecho la acusada condujo cerca de 50 metros, luego dio un giro en “U” y pasó por encima a Fortunato cuando éste se encontraba tendido sobre el asfalto.
El hecho ocurrió el 9 de septiembre, cerca de las 6, cuando Fortunato, jugador del Belgrano Rugby Club, salió del local “La Mona”, ubicado en Hipólito Irigoyen y El Chañaral, de San Rafael.
La versión de la joven
De acuerdo a los testigos, el joven mantuvo con Silva una discusión en la puerta del local, tras lo cual, la joven se retiró y subió a su auto Fiat Idea, con el que atropelló y mató a la víctima. A su vez, la fiscal Rossi desmintió las versiones que indicaban que hubo “dos embestidas” de parte de la conductora.
En su descargo ante la fiscal, Silva admitió haber atropellado a su novio, aunque aseguró que no fue de manera intencional, sino que regresó para devolverle un teléfono celular que él había dejado dentro del auto y que no vio el cuerpo cuando estaba en el suelo.
La semana pasada se conocieron imágenes de una cámara de seguridad que enfocaba la puerta del bar cuando Fortunaro y Silva salieron juntos y se pudo observar como él, vestido con una camisa blanca, se llevó por delante la baranda de la entrada del local, ante lo cual, ella lo asiste y momentos después ambos se retiran caminando juntos del brazo por la vereda.