En el año 2006, una familia adoptó a un nene de 10 años proveniente del hogar de menores María Luisa Servente, ubicado en la localidad Villa Elisa, en el partido de La Plata. Y ese hecho terminó destapando una tremenda trama de abusos.
El hogar María Luisa Servente, eje de un caso escalofriante.
"Me pasó como a los chicos de Independiente", fue la frase con la que, según el diario El Día, el nene le reveló a sus padres adoptivos los hechos que lo tuvieron como víctima.
Se refería, claro, a los abusos sexuales que sufrieron varios menores que vivían en la pensión del club de Avellaneda. Al igual que ellos, fue vejado.
El camino de la denuncia
De acuerdo al relato del padre adoptivo del niño, observaron conductas extrañas poco tiempo después de llevarlo a su nueva casa. El pequeño dormía tapado incluso en días de mucho calor y rompió en llanto al ver un video de YouTube en el que -luego se enteraron- aparecía un hombre muy parecido a su abusador.
El hogar alberga niños de diferentes edades.
Poco a poco, lograron generar la confianza para que contara el suplicio al que fue sometido por parte de uno de los celadores del instituto, quien no sólo abusaba sexualmente de él dentro de las instalaciones del lugar, sino también lo llevaba a su casa. Además, lo amenazó de muerte reiteradas veces para que no contara lo sucedido.
El niño no el único que sufrió vejámenes. Luego de que su familia fuera a la Justicia para denunciar el hecho, la fiscal a cargo de la investigación, María Eugenia Di Lorenzo, logró sumar los testimonios de otras 10 posibles víctimas (cinco varones y cinco nenas, de entre seis y 14 años) y se estima que podría haber varios más.
¿Encubrimiento?
Desde el Ministerio de Desarrollo Social, se indicó que el acusado -cuyas iniciales son G. N. A.- fue suspendido por 60 días y reasignado a otra área del organismo donde no tiene contacto con menores.
El padre del niño que realizó la primera denuncia asegura que "hubo mucho encubrimiento de parte de las autoridades" y que, más allá de los abusos, los menores que habitan en el hogar viven en pésimas condiciones. "No tenían ni agua caliente ni calefacción, se bañaban con agua fría", relató. "Están en un estado de vulnerabilidad muy fuerte".