31 Enero de 2023 10:23
El Fondo Monetario Internacional reiteró su pedido para que Argentina cumpla con las metas políticas y fiscales del programa acordado, en el marco de un abrupto receso de la economía mundial advertido por el propio FMI.
“Creemos que es muy importante que las metas políticas del programa con el FMI se alcancen, tanto en el lado fiscal como el monetario, que ayudarán a anclar la inflación hacia adelante”, dijo Pierre-Olivier Gourinchas, encargado del reciente informe que presentó el organismo que conduce Kristalina Georgieva en el que se evalúa la política monetaria del país.
El director de la investigación consideró que las políticas de endurecimiento monetario empezaron a surtir efecto: "Hay indicios de que el endurecimiento de la política monetaria está empezando a enfriar la demanda y la inflación, pero la totalidad del impacto probablemente no se materializará antes de 2024".
En tanto, el informe resalta que Argentina terminó el 2022 con un crecimiento económico del 4,6%, medio punto más alto de lo que se preveía hace tres meses debido a la actividad industrial y comercial; sin embargo, proyectó que habrá una desaceleración del 2% para este año.
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Gourinchas explicó en rueda de prensa que la desaceleración del crecimiento para este año se espera por la combinación de las políticas de endurecimiento fiscal y monetario que implementó el Gobierno para frenar la inflación, además del retroceso de crecimiento global. "El crecimiento en 2023 está proyectado al 2%, esto es igual que el pronóstico de octubre, que es más o menos en línea con lo que esperábamos. Esto es una combinación de la desaceleración de la economía global y las políticas de ajuste monetarias en el país y el ajuste fiscal para controlar la muy elevada inflación que Argentina está experimentando”, dijo el funcionario del FMI.
Y agregó: “La región experimentará un marcado freno en su ritmo de crecimiento en comparación con el año pasado, en medio de un contexto global que ayuda poco para la actividad económica de América Latina, entre la alta inflación global y el reajuste de tasas de interés que decidieron las principales económicas para combatir la suba de precios”.
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El documento del FMI indica que la inflación mundial caerá del 8,8% en 2022 al 6,6% en 2023. Las mediciones siguen en descenso de cara al 2024, año en el que el Fondo estima que el índice rondará el 4,3%.
Este número superaría los niveles previos a la pandemia por COVID-19 que se tomaron entre 2017 y 2019, en los que la inflación a nivel mundial fue del 3,5%. Algunos de los motivos presentados por el organismo son "por la subida de las tasas de interés de los bancos centrales para combatir la inflación y la guerra de Rusia en Ucrania y la rápida propagación de la COVID-19 en China frenó el crecimiento en 2022 pero la reciente reapertura ha desbrozado el camino para una recuperación más veloz de lo anticipado".
