“Yo amo a Ludmila”, es la frase que dijo, ante los medios y ante todos los presentes en la declaración policial, Víctor Jorge Grados Vilca, el jardinero de 45 años acusado de haber abusado y ocultado a la adolescente de 15 años. Ahora está siendo indagado en la DDI de San Isidro.
Vilca sedujo a la joven por la red social Facebook haciéndose pasar por un joven de 25 años y utilizando los datos de las amigas de su hija de 14 años, quien habia sido compañera de escuela de Ludmila. Como agravante, hablaba con otras menores con las mismas intenciones, por lo que podrían existir más víctimas.
Víctor Jorge Grados Vilca, de nacionalidad peruana, trabaja como jardinero en un country en la localidad bonaerense de Pilar y quedó detenido ayer por la tarde acusado de abuso sexual agravado por ser la víctima menor de edad, además de los cargos de corrupción de menores y privación ilegal de la libertad.
El acusado mantuvo a Ludmila en una vivienda ubicada a 35 cuadras del barrio de la menor, en Tortuguitas. Por lo que se cree, la chica de 15 años estuvo cautiva encerrada bajo llave y le decía que no salga. El secuestro ocurrió cuando la niña salió del colegio Nuestra Señora de Fátima al que concurría.
Víctor Jorge Grados Vilca en el momento de ingresar a declarar.
“Yo amo a Ludmila.
El acusado se hizo presente con sus abogados.
De acuerdo a la investigación encabezada por el fiscal general adjunto de San Isidro, Marcelo Vaiani, el hombre sedujo a la joven y entabló con ella una relación durante los últimos 5 meses. El sospechoso usaba la identidad falsa de "Rodo" en las redes sociales donde decía que tenía 25 años y usaba los contactos de su hija, compañera de Ludmila, para chatear con sus potenciales víctimas.
Ludmila fue engañada desde su cuenta de Facebook.
El jardinero le hizo llegar regalos a Ludmila para seducirla, entre ellos un celular, y la pasaba a buscar por el colegio para pasearla en su auto Renault Fluence negro. La fiscalía, que analizó los cruces y el análisis de las comunicaciones de los celulares de la chica y del sospechoso.
El acusado permanecerá detenido y la condena que se le aplicaría sería perpetua.
Vilca vivía a 15 cuadras de lo de Ludmila en una casa con su mujer, su hija de 14 años y una cuñada, y según las fuentes ante la presión sobre el caso, con varias marchas de vecinos y la repercusión mediática, el miércoles se tomó un remise con la chica y la dejó en la esquina de la casa de sus padres.