Con 107 casos de coronavirus confirmados y una muerte -la de Toribia Balbuena, de 84 años- la situación en la Villa 31 es cada vez más apremiante. A eso se suma un corte de agua desde el 26 de abril.
La falta de suministro no sólo es un grave problema en momentos en los que la higiene es prioridad: también le pone un freno a la red de merenderos y comedores vitales para alimentar la la población del barrio.
"No podemos tomar el agua que sale, ayer era muy sucia y hasta con olor", señala al respecto Cinthia, encargada del merendero Las Mirabal.
"De a ratos salen hilos de agua clara que estoy juntando para limpiar, pero nunca se sabe cuándo ni por cuánto tiempo. No duermo para estar atenta a juntar la poca agua que sale. No podemos lavar la ropa, los cubiertos, bañarnos, nada".
"Hay muchas vecinas con bebés chiquitos, con muchos hijos. Acá abajo tengo a mi vecina que tiene cinco hijos desde 8 años para abajo. Arriba hay un bebé de tres meses. Es tremendo, parece una pesadilla lo que está pasando, pero es real y nadie nos responde", agrega.
El único paliativo por ahora son camiones cisterna enviados por la Subsecretaría de Integración Social y Urbana de la Ciudad, pero el aporte está lejos de ser suficiente.
"Hay sectores en donde son tres o cuatro viviendas abasteciéndose de un tanque . En el sector donde vivo yo no alcanzan a llegar ni con la moto ni con el camión porque estoy en un pasillo", explica Cinthia.
"No están respondiendo al comité de crisis, ni tomando las medidas necesarias por las familias que deben hacer aislamiento", se lamenta.
Otra vecina, Angelina -delegada de manzana- afirma también que los servicios de emergencia a veces se niegan a ingresar a la Villa 31. "El viernes pedí una ambulancia para una mujer enferma que tiene un hijo discapacitado que depende de ella y todavía no vino ni llamaron", denuncia.
"Para nosotros con esto no hay feriado, no hay fin de semana, no hay domingo. Nadie va a visitarlos ni a llamarlos para preguntarles cómo están, ni nada de parte del gobierno, ni de sanidad tampoco", agregó.
En ese sentido, recién el martes un equipo del gobierno nacional iría al barrio a realizar un relevamiento de síntomas en la población. Paralelamente, los vecinos piden el diseño y aplicación de un protocolo de aislamiento especial para barrios populares.
Internas entre la Nación y la Ciudad
Si bien el corte de agua que afecta a la Villa 31 se produjo luego de un desperfecto en la planta potabilizadora José de San Martín, desde AySA aseguran que se solucionó poco después y que el suministro ahora no llega por un problema de red que es responsabilidad del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
"AySA llega hasta el límite exterior del barrio con suficiente agua y presión, pero si la red interna, que la construyó y la opera el Gobierno de la Ciudad, no está en condiciones, no es posible que el agua llegue de manera eficaz", señaló al respecto Malena Galmarini, presidenta de AySA, en Radio Con Vos.
La funcionaria agregó que este martes se reunirá con el jefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta y sus equipos técnicos para intentar una salida al problema.
Denuncia internacional
En el marco de la urgente situación en la Villa 31, el premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel y la referente de Madres de Plaza de Mayo Nora Cortiñas, expresaron en una carta abierta que denunciarán la situación frente a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos."Necesitamos que quienes tienen la responsabilidad de gobernar dejen de mirar para otro lado y que asuman su rol como garantes del derecho a la vida, ese derecho que tan cruelmente le fue negado el sábado a una vecina de la Villa 31. No queremos una catástrofe", subrayaron.