por Natalia Torres
01 Abril de 2017 07:01La memoria afectiva de muchos argentinos seguramente incluye a algún abuelo sirviéndose un generoso vaso de vermut o aperitivo con soda luego del abundante almuerzo del domingo.
Vermut y picada, un clásico de varias generaciones.
Pero las décadas pasaron y esas bebidas sufrieron una particular mutación que las llevaron no sólo a democratizarse sino también a asociarse con un consumo más cool y nocturno.
Así, Argentina logró convertirse en el principal mercado mundial para el vermut Cinzano y en el segundo -después de Italia- en lo que respecta al aperitivo Campari. Y la venta aumentó en todo el universo de marcas.
Rápido ascenso
"El mercado de Cinzano es muy estable y vende alrededor de 6 millones de litros", explica Mariano Maldonado, jefe de marketing del grupo Campari, que maneja ambas marcas. "Creo que hay algo fundamental: el 65% de los argentinos tenemos raíces italianas, y a partir de ahí se explica cómo se integraron esas costumbres, como la del vermut, a las nuestras".
Si bien en el caso de Cinzano su consumo se resignificó al no "saltearse" ninguna generación, eso sí pasó con Campari. Según aclara Maldonado, en ese caso el grupo empezó "a trabajar en el 2008 cuando Argentina estaba en el puesto 30 y 35 de consumo mundial" y lograron ascender al segundo puesto "con tasas de crecimiento de doble dígito".
General y no particular
Manuel Sorrosal, head marketing del grupo Cepas -que administra en Argentina a Martini y Amargo Obrero- confirma esta tendencia señalando que "según la consultora internacional IWSR, el mercado de aperitivos argentino en 2015 creció en el orden del 4% alcanzando un total de 10,9 mil millones de cajas de nueve litros, lo cual equivale a más de 10 veces el mercado del whisky y 20 veces el mercado del vodka".
Martini, una de las marcas con amplia penetración en la cultural popular argentina.
Para él, el fenómeno es amplio porque "ha crecido a nivel general y no particular, las marcas y subcategorías varían por edad y nivel socio económico del consumidor pero el denominador común es un crecimiento en la penetración y consumo generalizado de todas estas bebidas".
Detrás de la barra
"Hubo un buen trabajo de las marcas y de la coctelería en general", apunta el bartender Sebastián Atienza sobre este particular boom. "Se le cambió la imagen a las bebidas para que atrajeran a un público más joven, y los bares y bartenders tomaron recetas clásicas y las reversionaron, reivindicando sabores que se habían perdido".
Y si los vermuts y aperitivos continúan multiplicándose en mesas de bares y hogares, para Atienza tienen que ver tanto "la buena relación precio-calidad" como "las tendencias a beber con menos volumen de alcohol a nivel mundial, y a tomar alcohol más temprano en el día".
De paso, ¡bebamos!
Luego de este repaso, está claro que la ola no está por lo pronto lista para aquietarse. Así, como bonus track, Sebastián Atienza ofrece una receta simple y clásica para sumarse a la tendencia: la del Americano.
El Americano, refrescante y fácil de preparar.
Así, a 30 ml. Campari (aproximadamente 1/2 shot) se le suman 30 ml. de Cinzano Rosso. El vaso se completa con soda, mucho hielo y media rodaja de naranja. No está de más, claro, sumar un platito con porciones de algún buen queso y una dosis de aceitunas.