Para las 8:52 del miércoles 15 de noviembre, la Armada ya tenía información contundente sobre el estado de situación del submarino ARA San Juan y sus 44 tripulantes, aunque tardó casi 5 días en informarle a los familiares -de forma extraoficial- sobre los inconvenientes en las baterías de la unidad.
La Armada continúa con la búsqueda del ARA San Juan.
Así lo pudo saber BigBang, luego de corroborar con diversos familiares de los tripulantes que las autoridades de la Base Naval Mar del Plata les informaron que el submarino tenía fallas en las baterías. “El lunes 20, dos esposas de submarinistas comenzaron a preguntar por las versiones de fallas eléctricas en la unidad, y les dijeron extraoficialmente que sí había inconvenientes”, aseguró Claudio Rodríguez, hermano de Hernán, maquinista del submarino ARA San Juan.
Al relato de Rodríguez, se suma el de dos familiares más que pidieron reserva y que apuntan contra el jefe de la Base Naval Mar del Plata, Gabriel González. “No entendemos por qué no nos dijeron desde el primer momento que hubo ingreso de agua en el submarino y que eso provocó un cortocircuito”, sostuvieron.
El drama de los familiares en la Base Naval Mar del Plata.
En rigor, el reporte escrito por el capitán de navío Claudio Villamide -comandante de la Fuerza de Submarinos-y recibido por el contralmirante Luis Enrique López Mazzeo, comandante de Adiestramiento y Alistamiento de la Armada, decía: "Ingreso de agua de mar por sistema de ventilación al tanque de baterías N°3 ocasionó cortocircuito y principio de incendio en el balcón de barras de baterías. Baterías de proa fuera de servicio. Al momento en inmersión propulsando con circuito dividido. Sin novedades de personal mantendré informado". Sin embargo, nada de esto se le informó a los familiares de los tripulantes apenas pisaron la Base Naval.
Incluso, el miércoles por la tarde, mientras González informaba las últimas novedades sobre las anomalías hidroacústicas registradas, Rodríguez (hermano de Hernán) lo interrumpió: “Te quiero hacer una pregunta a vos, que no me entere que vos sabías desde el 15 lo que les paso a los muchachos y adónde están”. Junto al jefe de la Base Naval se encontraba el capitán de Navío, Carlos Humberto Acuña, ex comandante de la Fuerza de Submarinos. El marino en cuestión rompió en llanto y González le replicó: “Usted no me puede decir eso”.
Los familiares creen que esa imagen es una muestra de que las autoridades de la Base Naval no resistieron la presión del momento. “No aguantaban más tenernos ahí a nosotros sin decirnos nada”, cuenta la esposa de otro submarinista. Las preguntas continuaron.
“¿A cuántos metros de profundidad podría encontrarse el submarino en la zona donde se registró la anomalía hidroacústica?”, consultó Rodríguez. “Entre 400 y 1000 metros”, respondió González. “¿Y a cuánto llega la sonda de los yanquis?”, insistió el familiar. “A 250 metros”, respondió. “¿Si lo encuentran lo van a poder sacar?”, preguntó otra vez. “No, sólo vamos a saber que están ahí”, cerró una conversación que aplastó todo tipo de esperanzas.
González, el jefe de la Base Naval, cuestionado por los familiares.
Así las cosas, desde hace días los familiares de los tripulantes están convencidos de que la Armada conoce la ubicación del submarino y que esperan la tecnología rusa para poder visualizarlo. Por estas horas las tareas no cesan, y el último parte de Enrique Balbi, vocero de la Armada, confirmó que se sumaron nuevas unidades a pesar de que aún se desconoce la ubicación del ARA San Juan.