Alguna vez, Carlos Menem dijo haber sido picado por una de ellas durante un paseo por el lago Nahuel Huapi. Y hoy, las avispas “chaqueta amarilla” se han convertido en una auténtica pesadilla para los pobladores de Tierra del Fuego.
Las “chaqueta amarilla” provocan dolorosas picaduras.
De la mano de especialistas, se ha confirmado el crecimiento del número de estos insectos en zonas rurales y urbanas de la provincia más austral del país. Hasta este momento, las “chaqueta amarilla” sólo se habían avistado de manera aislada, y su aparición es más común en la zona norte de la Patagonia.
Esta especie de avispa, cuyo nombre científico es “Véspula Germánica”, es conocida por poseer un comportamiento muy agresivo y por sus dolorosas picaduras, cuyo efecto puede agravarse en personas alérgicas. Además, tienen hábitos carnívoros y pueden alimentarse de otros insectos o de animales en descomposición.
La ingeniera forestal María Lencinas confirmó que el primer avistaje de una “chaqueta amarilla” en Tierra del Fuego fue en febrero de 2013 y que, desde ese entonces, la población de avispas no ha parado de crecer. El último fin de semana, vecinos y visitantes del municipio de Tolhuin, en la zona central de Tierra del Fuego, capturaron varios ejemplares que luego fueron llevados ante las autoridades.
“Las avispas se alimentan mayormente de jugos vegetales, pero éstas tienen la particularidad de que ante una mayor necesidad protéica pueden comer insectos o animales en descomposición”, describió Lencinas. “Tienen mandíbulas para cortar la carne y por eso está bien decir que muerden”.