La recesión que provocó el gobierno de Javier Milei con el brutal ajuste que aplicó para alcanzar el supuesto objetivo del superávit fiscal, cada vez se muestra más dura con quienes menos tienen. Un estudio reciente expuso que desde noviembre de 2023 y julio de 2024, preparar un guiso cuesta un 151% más caro, mientras que un mate cocido con pan y leche subió un 143. Esta comida y esta infusión no sólo son bien típicas de la cultura argentina, sino que además son alimentos de lo más populares entre los sectores más empobrecidos del país.
Según el informe realizado por la Fundación Rosa Luxemburgo del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), "con un salario mínimo o una jubilación se compran 118 platos menos" de guiso "que en noviembre de 2023". Esta contempla los aumentos oficiales de las principales materias primas de esta comida nacional.
La carne picada creció en un 108%, mientras que el tomate redondo y el morrón lo hicieron en un 206%. Entre lo que más se incrementó se encuentra la zanahoria, con un alza del 262%, y el aceite de girasol con un 249%. Sin embargo el récord lo tiene la cebolla, que vale un 415% más que hace nueve meses. La lista la completan el puré de tomate con un 112%, el zapallo con un 118%, y el arroz con un 126%.
Otro elemento que ofrece el estudio para objetivizar esta caída se da a través de la Tarjeta Alimentar, uno de los pocos planes que el gobierno nacional mantuvo en relación al desarrollo social, y el que asegura que logró que mantengan su poder de comprar los sectores más atrasados en el reparto de la riqueza. Antes de la asunción de Milei, se podían preparar 74 platos de guiso con esta asistencia, mientras que ahora sólo se llega a 54. "Un 27% menos de porciones", asegura la pesquisa elaborada por el Programa de Estudios Regionales y Territoriales (IGEO-UBA) del CELS entre julio-septiembre de 2024.
"Tomar una taza de mate cocido con leche y pan implica un incremento del 147% en el gasto", señala el informe en el que trabajaron los profesionales María Cecilia Anello, Fernando González Cantero, Valeria Ana Mosca y Julieta Saettone Pase. "Sólo la leche en polvo aumentó un 166% en el mismo período", se remarca. Las otras estadísticas determinantes son la de el pan, que se incrementó un 114%, y la yerba, que anduvo cerca, en un 111%.
Sobre este periodo, el estudio también profundiza el descalabro que generaron los aumentos de los productos de primera necesidad. "El consumo de alimentos se redujo, en promedio, un 16% en supermercados y un 11% en autoservicios mayoristas entre noviembre de 2023 y julio de 2024. Las caídas más significativas se observaron en bebidas (26%), lácteos (12%), carnes (9%), frutas y verduras (7%), y productos de almacén (6%)", analizan.
Los investigadores hacen hincapié que todo esto se da en el marco de que "las empresas alimentarias incrementaron sus ganancias en un 1.300% y el complejo exportador de granos un 4.900%". "Entre noviembre y julio, los precios de los alimentos aumentaron un 128%. Argentina lidera el ranking de inflación nominal en alimentos según el Banco Mundial", destacan.