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La Ciudad habilitará la vacunación para mayores de 35, pero no será tan rápida como con los otros grupos

El Ministerio de Salud confirmó la noticia pero remarcan que la velocidad será mucho menor que con otros grupos etarios.

30 Junio de 2021 13:33
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El Gobierno de la Ciudad tiene pensado anunciar antes del fin de semana la apertura del empadronamiento para la vacuna contra el coronavirus para las personas que tienen entre 35 y 39 años sin comorbilidades y que tampoco formen parte de los grupos estratégicos de población. La medida fue confirmada por el subsecretario de Atención Primaria del gobierno porteño, Gabriel Battistella.

“Estamos terminando con una vacunación intensa, probablemente entre hoy y mañana terminaremos con los mayores de 40 años, y antes del fin de semana, o durante el fin de semana, estaremos anunciando el próximo quinquenio”, manifestó el funcionario en declaraciones a radio La Red.

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La información había sido adelantada por BigBang la semana pasada. Sin embargo la velocidad de aplicación con ese grupo etario no será similar al que se viene registrando en el último mes y medio, cuando rápidamente se pasó de los mayores de 70 años a los de 40.

Esto se debe a que hoy se terminaría de plasmar una idea que tanto el titular de la cartera sanitaria de la Ciudad, Fernán Quirós, como su par de Nación, Carla Vizzotti, comparten: acelerar la finalización de los esquemas de vacunación vigente.

Esto es, dicho de forma simple, que la mayor cantidad de personas en el menor tiempo posible reciban la segunda dosis de la vacuna que ya tienen. El proceso suena fácil pero tiene algunas variantes que hoy la Comisión Nacional de Inmunización (CONAIN) comenzará a resolver. Por fuera del lado de la Sputnik V, la vacuna desarrollada por el Fondo de Inversión Directo de Rusia cuyos dos componentes son distintos, la velocidad del avance de la vacunación a los mayores de 35 dependerá de cómo se fraccionen las dosis de AstraZeneca y Sinopharm.

Hasta ahora había un acuerdo de que la diferencia de aplicación entre la primera y la segunda dosis de estas últimas vacunas fuera de 12 semanas. Eso generaba que de cada lote que se recibía se guarde una parte para las segundas dosis, para así poder terminar con el esquema de vacunación de forma paulatina. Se tomaban esos 90 días y se calculaban cuantas dosis se iban a necesitar cuando llegaba el plazo.

Esta idea se llevó también con los lotes del componente uno de la Sputnik V, porque nunca se pensó que la demora con el segundo fuera tal. Ahora, y eso revisará Vizzotti con los expertos de la CONAIN, se buscará que el intervalo de aplicación entre la dosis uno y dos de AstraZeneca y Sinopharm a ocho y cuatro semanas respectivamente.

Acelerar la aplicación de las segundas dosis implica que el fraccionamiento de las vacunas cuyos componentes sean iguales genera que sean menos las que estén disponibles para primeras dosis. En la Ciudad, por ejemplo, calculan en base a los datos del Censo 2010, que al menos habrá 160.000 personas entre 30 y 39 años que viven en territorio porteño. Nadie quiere hablar de plazos pero, de no haber sorpresas ni demoras en las vacunas, necesitarán al menos dos semanas más de tiempo con respecto a los otros grupos etarios para completar la aplicación de la primera dosis.

Y a esto se la suma el enigma de la vacuna Cansino. Se espera que para la segunda semana de julio lleguen las dosis que compró el Gobierno nacional; hoy en la CONAIN se vera la posibilidad de que esta monodisis china reemplace la segunda dosis de la Sputnik V. De acordarse esto, casi es seguro que la totalidad sea usada para terminar el esquema de vacunación de más de 6 millones de personas debido a que los tiempos apremian.

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Si bien cerca de Vizzotti remarcan que las vacunas no vencen cuando son aplicadas, lo cierto es que pasado el lapso que informa el laboratorio pueden empezar a perder capacidad de disminución de la mortalidad lo que puede conllevar a que además de un segundo refuerzo, se necesite un tercero; es decir requerir más vacunas cuando todavía siguen siendo un bien escaso.