¿Es cuestión de tiempo?
06 Marzo de 2025 12:34
La Corte Suprema de Justicia de la Nación rechazó por mayoría el pedido de licencia solicitado por el juez federal Ariel Lijo para asumir en el máximo tribunal sin renunciar a su actual cargo. La decisión fue adoptada por los jueces Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz y Manuel García-Mansilla, quienes sostuvieron que Lijo no puede integrar la Corte sin abandonar su puesto en la justicia federal. En minoría, el magistrado Ricardo Lorenzetti defendió la posibilidad de avanzar con el nombramiento del juez.
La resolución de la Corte coloca el futuro de Lijo en un limbo jurídico. El juez federal ya había dejado en claro que no piensa renunciar a su cargo y que aguardará la aprobación del Senado para su designación definitiva. Sin el aval del máximo tribunal, el decreto presidencial que lo nombraba en comisión queda en suspenso y su llegada a la Corte depende exclusivamente de la Cámara Alta. Mientras tanto, Manuel García-Mansilla, el otro magistrado designado por el Ejecutivo, logró asumir su cargo la semana pasada tras un acuerdo interno entre Rosatti, Rosenkrantz y Lorenzetti.
Sin embargo, su situación también enfrenta incertidumbre, ya que su pliego aún no fue tratado por el Senado y su nombramiento tiene un plazo de un año. Con la negativa de la Corte a concederle una licencia, la única alternativa para que Lijo llegue al máximo tribunal es que el Senado apruebe su pliego. Si la Cámara Alta decide reunirse y darle tratamiento, podría acceder al cargo de manera vitalicia. Sin embargo, su designación, que inicialmente contaba con respaldo suficiente, se vio afectada por el escándalo vinculado a la criptomoneda $LIBRA, lo que llevó a algunos aliados y opositores a reconsiderar su apoyo.
A diferencia de Lijo, el pliego de García-Mansilla no logró reunir las nueve firmas necesarias en la Comisión de Acuerdos, lo que significa que su aprobación en el recinto requerirá de una mayoría de dos tercios. A pesar de haber jurado como juez, su nombramiento sigue sujeto a un proceso legislativo que podría complicar su continuidad en la Corte.
El presidente Javier Milei defendió con firmeza la constitucionalidad de los nombramientos en comisión por decreto, argumentando que la propia Corte legitimó el proceso al tomarle juramento a García-Mansilla. "La evidencia de que el nombramiento de García-Mansilla por decreto es constitucional es que la Corte lo analizó y decidió tomarle juramento", sostuvo.
Además, descalificó a quienes cuestionan esta práctica calificándolos como "ñoños republicanos" y justificó su decisión en la demora del Congreso para tratar los pliegos. Pese a esto, la designación de jueces por decreto genera tensiones dentro del propio Poder Judicial. Aunque el ex presidente Mauricio Macri utilizó este mecanismo en 2015 para nombrar a Rosatti y Rosenkrantz, ambos asumieron sus cargos solo después de obtener el acuerdo legislativo. Ahora, el futuro de Lijo y García-Mansilla en la Corte depende de una definición del Senado que podría producirse en las próximas horas.
