01 Diciembre de 2016 04:17
“Estamos quebrados”. Los familiares de Miguel Quiroga, el ahora cuestionado piloto que comandó el trágico vuelo que debía trasladar al Chapecoense a Medellín, defendieron el accionar del comandante, pese a que en las últimas horas se confirmó que la causa del accidente fue la falta de combustible. “Sabemos que hizo hasta lo imposible para salvar a su tripulación y a todas las personas que iban en ese vuelo”.
Miguel Quiroga en la cabina del avión que se estrelló el lunes por la noche en Colombia.
“El panorama en la casa es de tristeza total, todavía no lo creemos. Estamos muy quebrados. Todo en este momento se desvanece, comenzamos a pensar que no podemos seguir”, reflexionó Denise Pinto al diario colombiano El Tiempo.
Así quedó la aeronave. Sólo se salvaron seis de las 77 personas que viajaban.
La última comunicación de Quiroga con su familia tuvo lugar minutos antes de despegar del aeropuerto boliviano y encarar el último trayecto del vuelo, cuyo destino final era la ciudad de Medellín. Sin embargo, la nave se estrelló en Cerro Groso, a 55 kilómetros de donde debía terminar la ruta del viaje, en medio de un frustrado aterrizaje de urgencia (para escuchar su pedido de ayuda a la torre de control, hacé click acá).
“Mami, voy saliendo del aeropuerto de Viru Viru de Santa Cruz (Bolivia). Iré hasta Medellín, llamo cuando llegue”, fueron las últimas palabras que les envió a sus familiares a través de un mensaje de voz.
El piloto junto a su mujer y sus dos hijas en el avión que se estrelló.
Horas después, la familia recibía la peor de las noticias: el vuelo se había accidentado, dejando un saldo de 71 muertes y sólo seis sobrevivientes, dos de los cuales todavía permanecen en estado crítico.