03 Septiembre de 2020 09:17
En la última semana, la Universidad de Oxford terminó un estudio sobre los casos de coronavirus (Covid-19) en diferentes pacientes a lo largo y a lo ancho del planeta y arribó a varias conclusiones. Algunas de ellas derriban conceptos que se habían establecido y otras generan aun más dudas sobre cuál pude ser el mecanismo de detección. Por ejemplo, en el estudio, al que tuvo acceso BigBang, se detalla que el hisopado a una persona puede dar positivo entre 17 y 23 semanas.
El estudio, elaborado por los investigadores Chanu Rhee, Sanjat Kanjilal, Meghan Baker, y Michael Klompas, sostiene que el modelo de testeo del hisopado, conocido clínicamente como PCR, si se utiliza únicamente como estrategia sanitaria puede llegar a generar un aislamiento prolongado sin sentido alguno. “Esta estrategia puede conducir a un aislamiento prolongado, ya que algunos pacientes tienen pruebas de RT-PCR positivas durante semanas, si no meses. [17-23] Los pacientes más enfermos tienden a tener ARN detectable durante períodos más prolongados, pero la positividad prolongada de la PCR también ocurre en individuos asintomáticos y con enfermedades leves. [6, 8, 24-29] La duración de la positividad de la PCR parece ser más prolongada en las muestras del tracto respiratorio inferior que en el tracto respiratorio superior, así como en las muestras de heces. [27, 30-33] Además, algunos pacientes que se recuperan de Covid-19, tienen dos pruebas negativas y luego dan positivo nuevamente incluso en ausencia de nuevos síntomas. [34, 35]”, sostiene los investigadores en sus conclusiones.
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Esta ventana se tiempo en donde el hisopado puede dar positivo se debe a la forma en la que se realiza la prueba, debido a que no toman en consideración la carga viral del coronavirus que tiene cada persona. Si es muy baja, y por ende no hay chances de que esa persona contagie a otra, la PCR igual arroja un resultado positivo por lo que el paciente termina aislado y en cuarentena como si tuviera chances de contagiar a otra persona.
Ese hallazgo viene aparejado con otro que apunta a la necesidad de ser más precisos en el dignóstico para evitar que se prolongue la estadía de personas internadas. Es que el contagio disminuye rápidamente a casi cero después de aproximadamente 10 días desde el inicio de los síntomas en pacientes leves a moderados y 15 días en pacientes críticamente enfermos e inmunodeprimidos. La mayor duración de la viabilidad viral que se ha informado hasta ahora es de 20 días desde el inicio de los síntomas.
Este punto es importante para evitar que las personas que están internadas con síntomas leves del virus están más tiempo del que necesitan en un nosocomio para así evitar que haya una saturación más rápida del sistema sanitario.
Por otro lado los investigadores, luego de analizar diferentes casos en varios países, llegaron a la conclusión que el contagio de una persona se dio entre cinco a siete días antes de que presente los primeros síntomas y no dos semanas como se creía anteriormente.
Sin embargo no todo es color de rosa ya que plantean la posibilidad de que la inmunidad sea algo difícil de alcanzar de forma natural ya que detectaron que los anticuerpos en las personas que los desarrollaron pueden bajar y con eso se explicaría los casos de personas que se vuelven a contagiar de coronavirus. “La infección confiere inmunidad al menos a corto plazo; sin embargo, la durabilidad de la inmunidad no está clara. Las serologías seriadas plantean la posibilidad de que los anticuerpos disminuyan 2-3 meses después de la infección, pero se desconoce la importancia clínica de este hallazgo”, remarcaron.