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La emocionante historia de los adolescentes que triunfaron en la Olimpiada de Química

En dialogo exclusivo con BigBang, la delegación argentina que compitió en la Olimpíada Internacional de Química nos cuenta cómo fue su experiencia.

04 Agosto de 2019 16:23
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La Olimpiada Internacional de Química (IChO por sus siglas en inglés), es una competencia académica anual para estudiantes de secundaria. Es una de las Olimpiadas Internacionales de Ciencias. La primera IChO se celebró en Praga, Checoslovaquia, en 1968. El evento se ha celebrado cada año desde entonces, con la excepción de 1971. Las delegaciones que asistieron a los primeros eventos fueron en su mayoría países del antiguo Bloque Oriental y no fue hasta el año 1980, la 12ª Olimpiada Internacional de Química, que el evento se llevó a cabo fuera del bloque en Austria.

París fue la sede de la edición 2019 de las Olimpiadas y la Argentina tuvo a tres representantes, de los cuales dos lograron volver al país con medallas. Tobías Viola Aprea terminó en el puesto 105, por lo que se adjudicó la de bronce, y Nicolás Manno obtuvo la posición 15, por lo que logró el oro. Sin dudas el caso de Alejandro Altamirano, que no obtuvo medalla; es el más llamativo y te contamos por qué al final de la entrevista que mantuvimos con los tres competidores olímpicos.

Los alumnos se prepararon para el certamen bajo la instrucción de la doctora Lorena Acebedo, docente de Ciencias Exactas en la Universidad de Buenos Aires. Como parte del reglamento, la mentora viajó con ellos y estuvo acompañándolos en la cumbre de ciencias. Manno cursa el sexto año en la Escuena N° 27 "Hipólito Yrigoyen" en el barrio porteño de Monte Castro, Viola Aprea estudia en el Colegio Nacional Buenos Aires y Alejandro Altamirano en el Instituto General San Martín de Rosario. Todas escuelas públicas. 

En dialogo con BigBang los integrantes de la delegación argentina contaron cómo fue la experiencia y el desafío de representar al país

¿Qué implica prepararse para una Olimpíada Internacional de Química?

Alejandro: “La palabra que mejor resume la pregunta es: sacrificio. La verdad que mi familia hizo un esfuerzo enorme acompañándome en este proceso. Dejamos de lado muchas cosas como grupo. Desde ver películas todos juntos hasta compartir reuniones familiares. Ellos me llevaron muy temprano a la terminal cada vez que hizo falta. Sinceramente me apoyaron siempre y eso es lo más valioso. Se bancaron verme ansioso y también supieron acompañarme cuando necesitaba concentrarme para estudiar”. Tobías: “Para que te des una idea, en un examen normal del colegio me bastan 5 días de estudio continuo, donde leo y practico todos los días un ratito. En cambio, para esta competencia internacional estoy hace medio año entrenando. La verdad es que tuve que dejar de lado otras actividades que también me gustan. Me tocó dar de baja todo, desde francés hasta las artes dramáticas. Tuve que ponerme de lleno solamente con esto. Prepararse para estas competencias implica un cambio radical y significativo en el día a día”.

Nicolás: “La preparación para esta Olimpíada empezó el año pasado. Precisamente en noviembre, donde las mejores notas son llamadas para hacer pruebas de selección. Según estas pruebas, las autoridades deciden quienes son los elegidos para ir a los torneos internacionales. Para ellas uno se prepara por su cuenta y luego se junta con el equipo. Tenemos profesores de UBA Exactas que nos acompañan en este proceso. En mi caso, tuve que dejar natación. Pero ahora, con el pasar de los días vuelvo a retomar la tranquilidad”.¿Cómo fue la competencia?

Todos: “En sí son dos exámenes. Uno práctico de laboratorio y otro teórico. Cada uno dura 5 horas. Los exámenes tienen su complejidad y por eso nos dan un día de descanso entre uno y otro. Para el teórico nos dan 60 hojas abrochadas llenas de ejercicios. En el de laboratorio es donde más te estresas porque te dan algunas herramientas y te piden que soluciones lo que te plantean con lo que dispones en la mesa. Nos hizo acordar al formato de Master Chef, pero de Química... jajaja. Las pruebas tienen un valor de 60 y 40 puntos respectivamente. La suma de los resultados determina el puntaje final del estudiante. Un jurado científico, que se instala por el país anfitrión, sugiere las tareas. En la evaluación definitoria, quienes quedan entre los puestos 38 y 101 se llevan una medalla de plata, mientras que del 102 al 196 son premiados con el bronce”.¿Qué premios les dieron además de las medallas? ¿Hay premios en dinero?

Todos: “Según la nota y el puesto, te entregan una medalla y un diploma. Nada más”.

¿Cómo están compuestas sus familias?

Alejandro: “Está mi mamá, mi papá, mis dos hermanos, la perra y tres gallinas. Uno de mis hermanos es más chico, tiene 15 y el otro 21. Mi hermano menor también está entrenando en Química. Debido al nivel que tiene no puede llegar a la competencia internacional hasta el año que viene. Este año solo puede llegar a la nacional, si queda”. Tobías: “Vivo un tiempo con mi papá y un tiempo con mi mamá. Cada uno tiene su pareja, así que siempre estoy muy acompañado. También tengo un hermano mayor pero no vivo con él” Nicolás: “Tengo mamá, papá y dos hermanos. Uno es mayor que yo y otra menor. Soy el del medio. Los cinco vivimos juntos en familia”.¿Cómo es un día normal de la semana?

Alejandro: “Vivo en Pueblo Esther a 15 Km de la Ciudad de Rosario. Todos los días me tomo el colectivo hasta la Ciudad de la Bandera para cursar en el Instituto General San Martín. Me despierto muy temprano, a eso de las 7 u 8 de la mañana y desde esa hora estoy activo en mi casa hasta la media tarde, que entro a clases”.

Tobías: “Jaja la verdad que empieza tarde, me gusta acostarme y levantarme tarde. Después voy a clases y vuelvo a mi casa para retomar los hábitos del hogar. Soy una persona organizada, me gusta saber que hacer de un día para el otro”. Nicolás: “Me levanto temprano y voy al colegio en colectivo. Cumplo con mis actividades reglamentarias de la escuela y después vuelvo a casa para estar en familia. Algún que otro día donde voy a inglés particular. El resto del tiempo estudio y me preparo para el futuro”.Nicolás, ¿cómo es tu relación con la UBA y el Ministerio?

Nicolás: “La relación es muy buena. Estamos siempre en contacto. Ellos son los que se ocuparon de que lleguemos a Francia. Pagaron nuestros viáticos y pasajes. En un principio éramos 4 estudiantes y 2 mentores pero finalmente sólo pudimos viajar 3 estudiantes y 1 mentor por una cuestión de recorte presupuestario por parte del Ministerio. El año pasado fue el cupo entero. Creo que hay que seguir por este camino, promoviendo que los chicos estudien y haciendo visible a la ciencia y tecnología como herramientas del futuro”.Tobías, ¿qué es el éxito para vos?

Tobías: “Para mí el éxito representa la satisfacción de cumplir con uno mismo. Con los estándares y expectativas que uno se plantea en la vida. No con los impuestos por los demás. Si puedo alcanzar mis expectativas, eso para mí es el éxito. Estoy muy orgulloso de lo que hicimos como equipo y como personas; tanto desde la previa a Francia como en la competencia”.Alejandro ¿qué lectura haces de tu paso por ICHO?

Alejandro: “Si bien no gané medalla, ahora siento que tengo más ganas de estudiar y aprender que antes. Estoy motivado y espero continuar por este camino. Mi deseo más grande es seguir desarrollando mis habilidades y conociéndome cada día más. Toda la experiencia me re sirvió. Quiero seguir en la química y en la investigación. Tanto en lo práctico como en lo teórico”.Última pregunta a los tres. ¿Juegan al Fortnite?

Todos: “jajajajaja, la pregunta del millón. No, no jugamos. Pero nos parece bien que cada persona use su tiempo en lo que más le gusta y tenga la posibilidad de probar lo que le satisface o no”.