El jueves primero de junio de 1978, un año después de iniciar con las rondas en Plaza de Mayo, la prensa internacional que había llegado al país con motivo del Mundial visibilizó por primera vez el reclamo de las Madres de Plaza de Mayo. Fue el periodista neerlandés Jan Van der Putten quien las entrevistó para el canal VARA y registró un documento hoy histórico: las denuncias de las desapariciones a pocos metros de la Casa Rosada.
El testimonio que dio vuelta al mundo fue el de Marta Moreira de Alconada, cuyo hijo de 23 años había sido secuestrado en diciembre de 1976. Para ese entonces, Domingo Roque Alconada Moreira llevaba un año en la ESMA. "Solamente queremos saber dónde están nuestros hijos, vivos o muertos, pero queremos saber en dónde están", disparó ante el micrófono Marta.
"Ya no sabemos a quién recurrir: consulados, embajadas, ministerios, iglesias, todas partes se nos han cerrado las puertas. Por eso les rogamos a ustedes, son nuestra última esperanza. Por favor, ayúdennos", exclamó desgarrada.
¡Que nos digan dónde están los bebés, nuestros nietos!"
¿Por qué no nos dicen si están vivos o muertos?"
¡Que nos den los cadáveres!"
"No sabemos nada de ellos. Nos han quitado lo más preciado que puede tener una madre: su hijo. No sabemos si están enfermos, si tienen frío, si tienen hambre. No sabemos nada. Y es desesperación, señor, porque ya no sabemos a quién recurrir, consulados, embajadas, ministerios, iglesias. Todos nos han cerrado las puertas. Por eso les rogamos a ustedes: son nuestra última esperanza. Por favor ayúdennos. Son nuestra última esperanza".