Es el hombre más buscado. Por los medios, por la propia barra de Boca (que fue a su casa) y por los dirigentes. Por la policía todavía no. El “Panadero” Adrián Napolitano, el hincha responsable de tirar el gas sobre los jugadores de River que desató el escándalo en el pasado Superclásico, al fin dio la cara. Le dejó un mensaje al periodista Gustavo Grabia (@GrabiaGustavo) en su celular, y dijo: “Lo hice sin darme cuenta nomás, pensé que no había cámaras, me conoce todo el mundo, saben cómo soy, que me gusta la fiesta y no pensé que iba a llegar a lo que llego todo esto".
El acusado, oriundo de Valentín Alsina, es un asiduo visitante de la tribuna. Militaba en la Agrupación Nuevo Boca, que comanda el sindicalista Roberto Digón. Pero allí ya se despegaron de él. En el mensaje grabado que le dejó a Grabia, le pide perdón porque le había prometido una nota y porque había negado ser él el autor del ataque. Se justificó "por miedo”, y explicó: “Se me vino el mundo abajo, no pensé que iba a llegar a lo que llegó. En el momento después de que me di cuenta me quería morir. Soy un laburante, me levanto a las 4 de la mañana. Jamás estuve en una comisaría... estoy desesperado”.