23 Marzo de 2017 12:06
Dos semanas después del recital del Indio Solari en Olvararría, Monseñor Héctor Aguer se refirió al show que el músico brindó en Olavarría y termino con dos muertos.
El arzobispo de La Plata afirmó que "la misa ricotera" revela el estado cultural de la sociedad argentina y define como mesiánico a Solari.
"En Olavarría la dimensión pseudorreligiosa estuvo asegurada sobre todo por el perfil mesiánico del protagonista, que por razones diversas y personales administra cuidadosamente sus presentaciones, despertando así una gran expectativa en muchísima gente, la cual podría reconocerse como sus seguidores o discípulos".
"La dimensión pseudorreligiosa la asegura el perfil mesiánico del protagonista", escribió Aguer.
BigBang transcribe algunos de los párrafos más destacados de la nota que apareció en el diario El Día, de La Plata.
"Juzgo muy improbable que las emociones suscitadas en aquella excepcional turbamulta procedieran de las palabras de las canciones, inconexas y carentes de poesía; brotaban más bien del ritmo que en el rock es siempre obsesivo, de los estímulos alcohólicos y narcóticos consumidos a destajo y de esa especie de paradojal comunión, casi ritual, que llevaba a cada uno a olvidarse de sí mismo y del que tenía a su lado; enajenación, en suma".
"Lo que realmente cuenta para el examen presente y para la historia es el “hecho Olavarría”, con todos sus lamentables ingredientes: una ciudad invadida por el triple de su población, la codicia de los mercaderes, desde los organizadores hasta los lugareños que pensaron pasar al frente con su oferta de panchos y cerveza y ahora se comen las deudas, la imprevisión de las autoridades, pero singularmente el hecho mismo, contracara de la fiesta verdadera y exhibición evidente del vacío espiritual de una multitud".
"Vacío, agujero, nada del alma, enajenación", la misa ricotera según Aguer.
¿Fue acaso aquello un éxtasis místico colectivo? No se piense que estoy exagerando; el fenómeno es excepcional, aun considerando las analogías con los otros episodios delictuales mencionados al comienzo de esta nota, y más generalmente con la “cultura de boliche” que arrebata a buena parte de nuestra juventud. Y a los no tan jóvenes. Vacío, agujero, nada del alma, que intenta escapar espasmódicamente de la banalidad de lo cotidiano, cuando esto, el día a día, no se inscribe en la totalidad de una vida con sentido".
"Causa escozor la preferencia por lo vulgar, por lo feo, como si la persona más sencilla, carente de una cultura refinada, superior, fuera incapaz de gozar de lo que es objetiva y auténticamente bello. El autor, el artista, no tiene derecho a imponer sus manías, sus visiones torcidas, interesadas, olvidando que ejerce un ministerio, si en verdad le ha sido concedido un carisma".
"Misa ricotera. No puedo decir que se trató de una misa negra, porque esta expresión corresponde técnicamente para designar el remedo sacrílego y diabólico de la misa verdadera, del Santo Sacrificio de la Misa. Pero blanca no fue".