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La hermana de Emiliano Sala tras el intento de suicidio: “Ya no siento angustia"

Romina, de 29 años, sigue internada en el Hospital José María Cullen.

12 Julio de 2021 17:49
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Este lunes, Romina, la hermana de Emiliano Sala, el futbolista que falleció hace dos años luego de que el avión se estrellara en el Canal de la Mancha, anunció a través de las redes sociales que abandonó la sala de terapia intensiva del Hospital José María Cullen, lugar al que llegó en estado crítico luego de haber intentado suicidarse. "Un suceso personal me sacó los pies del camino que había elegido caminar", aseguró la mujer de 29 años.

A través de su cuenta de Instagram, Romina -que a raíz del fallecimiento de su papá, Horacio, se puso la causa de su hermano al hombro- compartió un extenso descargo acompañado de una foto familiar. "La vida es imparable y la única cosa que nos queda frente a esa potencia, es frenar la marcha, cambiar la dirección de nuestras alas y volar a favor del viento que se dio vuelta en el medio de su propio viaje", escribió.

Y agregó: "Una de las cosas que frenaron junto con mis pies, fue mi cabeza. Podría pensar que se quedó vacía y no estaría pensando de manera equivocada. Trato de buscar los conceptos que tenía adentro y ya no me sirven. Las metas que tenía hace una semana ya no quedan en el mismo lugar. Mis prioridades y las causas que las sostenían, se cayeron como un mazo de cartas".

Romina, la hermana de Emiliano Sala, está internada en grave estado tras intentar suicidarse

La hermana del futbolista ingresó en la madrugada del 6 de julio al hospital santafesino con signos de ahorcamiento y una intoxicación por la ingesta de sustancias que agravaron la situación. Los médicos pudieron salvarle la vida, aunque todavía sigue bajo tratamiento y constante monitoreo. "Un día, todo, parece empezar otra vez. Un día tenemos que empezar otra vez. No siento angustia. Ya no", afirmó.

El 21 de enero de 2019, la familia Sala comenzó una pelea judicial para saber las razones que había llevado a la aeronave que trasladaba a Emiliano a precipitarse. El joven, que tenía 28 años, viajaba con el piloto David Ibbotson. Habían salido desde Francia, ya que él era figura del Nantes, y se dirigían a Gales, después de que el club Cardiff City compró su pase. 

A poco del despegue, el avión desapareció del radar. No hubo ningún otro tipo de contacto con las torres de control. Por eso, las autoridades comenzaron la búsqueda de inmediato. El mal clima y las complicaciones en el Canal complicaron a los rescatistas. Finalmente, el 6 de febrero, luego de que las autoridades de Francia y Reino Unido dejaran de buscar al cuerpo, un operativo pagado por la familia, encontró al avión y al cuerpo de Sala. 

Por otra parte, el 26 de abril de 2019, a tres meses de la muerte de Emiliano, falleció Horacio, su padre. "El 2019 no deja de sorprendernos con estas noticias en este pueblo. A las 5 de la mañana me llamó la señora, la pareja de Horacio, me dijo que él estaba muy descompuesto y que estaban los médicos ahí; yo vivo a cuatro cuadras, pero cuando llegué a su domicilio ya había fallecido", anunció Julio Müller, el intendente de Progreso.

Con sólo 58 años, Horacio murió por un paro cardiorrespiratorio. "Lo de Emiliano fue algo que nunca pudo superar. A partir de ahí, Romina se hizo cargo de liderar la investigación por la muerte de su hermano, apuntalar a la familia y también hablar con los medios de comunicación para informar cómo seguía la causa. Usualmente, ella le dedicaba mensajes a su hermano en su cuenta de Instagram.

Emiliano Sala y los tres puntos negros de la investigación: cómo murió y el único procesado

Nadie sabe aún cuáles eran los sentimientos de Romina a la hora de tomar tan drástica decisión, pero lo cierto es que una amiga la encontró con signos de intento de ahorcamiento en la habitación de su casa. Estaba tirada en el suelo, desvanecida. Cuando los médicos llegaron al lugar, se dieron cuenta de qué seguía viva y la trasladaron.

Una vez en el hospital, y tras los análisis correspondientes, también confirmaron que había tomado grandes dosis de clonazepam. La intoxicación por la ingesta de sustancias que agravaron su estado y su pronóstico era reservado. "La hostilidad del mundo me golpea cada dos por tres y me vuelve a centrar en otro centro: no es así como tenemos que vivir", rezaba parte del mensaje que compartió a través de las redes sociales.

El mensaje completo de Romina Sala

Los días que pasaron, un suceso personal me sacó los pies del camino que había elegido caminar. Como alguna vez dije, la vida es imparable y la única cosa que nos queda frente a esa potencia, es frenar la marcha, cambiar la dirección de nuestras alas y volar a favor del viento que se dio vuelta en el medio de su propio viaje.

Una de las cosas que frenaron junto con mis pies, fue mi cabeza. Podría pensar que se quedó vacía y no estaría pensando de manera equivocada. Trato de buscar los conceptos que tenía adentro y ya no me sirven. Las metas que tenía hace una semana ya no quedan en el mismo lugar. Mis prioridades y las causas que las sostenían, se cayeron como un mazo de cartas.

Y la palabra control dejó de existir en mi diccionario. Nada queda dónde estaba antes, porque cuando un hecho inesperado irrumpe, no solo ya no hay nada: tampoco hay un antes. Un día, todo, parece empezar otra vez. Un día tenemos que empezar otra vez. No siento angustia. Ya no. Siento la posibilidad que me abre la vida de ser consciente de lo que voy a elegir para seguir viviendo con un paisaje diferente.

No me pasa solo a mí. Cada uno de nosotros se choca una vez con un golpe que nos rompe las estructuras y nos demuestra que no estamos hechos de porcelana. Plastilina. Mi cuerpo es de plastilina. Mi piel es de plastilina. El mundo es de plastilina. Me toca reinventar un nuevo camino. Arremangarme otro buzo, en otras manos, de una vida que es cualquier cosa menos estable y quieta. Y no está mal.

La hostilidad del mundo me golpea cada dos por tres y me vuelve a centrar en otro centro : no es así como tenemos que vivir. No es así como quiero vivir. No es así como hay que vivir. De a ratos caigo en la trampa y me veo queriendo cosas que son eso : cosas. Y por suerte, una nueva piedra en la cabeza, me recuerda que no necesito nada en forma de objeto para ser feliz. El mundo viene con paquetes de regalos que nunca abrimos porque nunca nadie nos dijo que eran nuestros.

Tocarnos - Olernos - Mirarnos - Escucharnos - Probarnos - Amarnos - Cuidarnos - Abrazarnos - Disfrutarnos. Elegirnos. Vivirnos.

 

 

 

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