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La historia oculta del predio que Ferro le vendió a IRSA para hacer un shopping

El grupo dueño del Alto Palermo, el Patio Bullrich, el Paseo Alcorta y el Shopping DOT quiere construir un centro comercial de 35.000 metros cuadrados en Caballito. Hay resistencia de vecinos y la Coalición Cívica presentó hoy un proyecto para expropiar el predio.

20 Octubre de 2016 18:44
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En cualquier momento, cuando el PRO consiga los 3 votos que le faltan para llegar a los 31 que necesita, Eduardo Elsztain espera ver por fin convertido en realidad uno de sus sueños: la habilitación de la Legislatura porteña para construir el Shopping Caballito a orillas del Club Ferro Carril Oeste.

El dueño de IRSA tiene 15 shoppings en todo el país y cuenta en Buenos Aires con el Alto Palermo, Patio Bullrich, Buenos Aires Design, Paseo Alcorta, DOT Shopping Baires Saavedra y el Distrito Arcos. Pero desde 2008 soporta la frustración que le provoca la falta de autorización para avanzar con su proyecto en Caballito.

Eduardo Elsztain, el señor de los shoppings. Tiene 15 pero le falta 1.

Hace un mes, el gobierno porteño envió a la Legislatura por quinta vez una iniciativa para rezonificar los terrenos que IRSA compró hace casi 20 años.

La iniciativa fue tratada hoy por las comisiones de Planeamiento Urbano y Hacienda de la Legislatura y fue impugnada por la diputada de la Coalición Cívica Paula Olivetto, que presentó un proyecto alternativo para expropiar los terrenos y hacer un parque público.

La desarrolladora inmobiliaria ya hizo el intento en 2011, 2012 y 2014 pero fracasó pese al acuerdo del PRO y el Frente para la Victoria que -en esos años- votó por lo menos dos paquetes de leyes que comprendían negocios inmobiliarios.

IRSA es dueña de un predio de 23.791 metros cuadrados que Alto Palermo adquirió en noviembre de 1997. En su página oficial, dice que el terreno podría ser destinado a la construcción de un centro comercial de 30.000 m2: un hipermercado, un complejo de salas de cine y áreas de recreación y entretenimiento. Y aclara que el proyecto tiene la anuencia del Poder Ejecutivo.

IRSA es dueña de un terreno de 24.000 metros cuadrados en el corazón de Caballito. 

El shopping de IRSA que respalda el jefe de gobierno Horacio Rodríguez Larreta choca con la resistencia histórica de vecinos de Caballito e incluso de la mitad de los diputados porteños, incluidos algunos de la alianza Cambiemos.

“Es cierto que los terrenos son de IRSA y pueden construir pero no es menos cierto que no hay estudio de impacto ambiental y que el shopping repercutiría de manera negativa en los comercios de la zona, en la circulación vehicular hoy colapsada, en el nivel de ruidos molestos, colapsaría los servicios públicos existentes, generaría un deterioro irreparable en la calidad del suelo. Los vecinos quieren espacios verdes”, le dijo a BigBang la legisladora Olivetto.

Los legisladores de la Coalición Cívica tienen además una orden escrita de Elisa Carrió que trasciende la discusión por el shopping: consiste en no votar nada de lo que tenga que ver con Elsztain.

Carrio con la legisladora Paula Olivetto. La CC quiere expropiar el predio de IRSA.

Una operación cuestionada

Además del rechazo social, el proyecto carga con una historia conflictiva en la que abundan las irregularidades. Elsztain los compró a través de Alto Palermo. Pero las organizaciones que se oponen al shopping denuncian que Alto Palermo obtuvo las tierras de manera ilegal a través de una empresa off shore: DUNSIDE S.A. con sede en Uruguay, que se esfumó luego de la operación.

La parte de adelante del predio que da sobre avenida Avellaneda fue vendida en 1997. La primera irregularidad la cometió el Club Ferro Carril Oeste, que era el dueño de los terrenos, durante la gestión de Marcelo Corso.

Ferro le había comprado esas tierras al entonces ONABE -que administraba los bienes ferroviarios- y los había pagado en cuotas con el apoyo de los socios del club que cumplieron durante años con un bono que se llamaba cuota-tierra.

Los vecinos que se oponen al shopping se manifiestan desde hace años.

En los registros de Ferro consta que el club terminó de pagar las cuotas pero nunca llegó a escriturar esos terrenos. En la entidad que hoy conduce Daniel Pandolfi afirman que IRSA adquirió el boleto de compra-venta que tenía con el ONABE y llegó además a un acuerdo con el ONABE -hoy Agencia de Administración de Bienes del Estado- y le compró la parte de atrás.

Sostienen que los terrenos habían sido vendidos por el ente estatal con un fin específico: el de realizar allí actividades deportivas. Corso, el presidente de Ferro entre 1996 y 1999, fue expulsado del club por ese tema. No sólo por haber cedido los terrenos de manera irregular sino porque además no se sabe qué pasó con los fondos. Fue irregular la venta y fue irregular el manejo de los fondos.

Hubo socios que impugnaron la operación ante la Justicia y pidieron la restitución de los terrenos a Ferro. Pero sus planteos fueron rechazados porque Ferro cobró por la operación. El conflicto debería ser, en todo caso, entre IRSA y el Estado argentino porque el destino de los terrenos era otro.

Fue Fernando De la Rúa como jefe de Gobierno en 1997 el que presentó por primera vez el proyecto que ahora presenta Horacio Rodríguez Larreta. El objetivo era el mismo de ahora: rezonificar los terrenos.

Hoy las opiniones de los vecinos del barrio están divididas. Desde IRSA aseguran que la mayoría apoya y creen que esta vez conseguirán los votos que necesita para levantar el Shopping en la avenida Avellaneda, entre Fragata Sarmiento y Olegario Andrade.

Andry Freire, el ministro cuestionado. Pasó de IRSA al gobierno porteño sin escalas.

Sin embargo, persiste la resistencia de organizaciones de vecinos que los Ejecutivos de IRSA aborrecen: SOS Caballito, El Encuentro en Defensa del Espacio Público y otras que impulsan una ley alternativa para destinar esas tierras a espacios verdes.

A las 16 vecinos de #Caballito expresarán rechazo al proyecto Shopping IRSA en Avellaneda y N.Oroño. En @LegisCABA #SiAlParqueNoAlShopping

- Hernán Mundo (@HernanMundo)

20 de octubre de 2016

El denominado Proyecto Participativo Parque Caballito abarca 17,4 manzanas, de las cuales en 2,4 ha se pretende construir  el shopping. Los vecinos se vienen reuniendo en plazas y parques para advertir que el Grupo Elsztain quiere construir “Irsalandia”.

Martin Iommi, un ex comunero que hoy forma parte del rechazo al proyecto que respalda el PRO le aseguró a BigBang que el Grupo quiere aprobar una ley de normas especiales para poder edificar el Shopping más grande de Argentina (38 metros de altura -14 pisos y 240 metros de largo de largo por 20 metros de profundidad, superficie 125.000 m2).

Los voceros de la empresa niegan todo. Dicen que es mentira que el shopping que se proyecta sea el más grande de la Argentina, que es falso que sea el más grande de la cadena y que de ninguna manera va a tener 15 pisos. Afirman que tendrá una superficie similar a la del Shopping DOT de Saavedra y menor a la del Abasto.

Rodríguez Larreta saluda al dueño de IRSA con el presidente como testigo.

El proyecto incluye construir 2 mil estacionamientos en dos subsuelos de cocheras, abrir entre 170 y 190 locales e invertir un millón de dólares para abrir la calle Boyacá.

En busca de garantizar la aprobación social, el Grupo asegura que destinará una parte de la tierra para abrir un parque público y que se está negociando para construir además una sala de primeros auxilios CESAC y un jardín de infantes.

“Podríamos hacer 140 mil metros cuadrados de torres de departamentos, torres de hasta 30 pisos. Y elegimos hacer un shopping que no va a llegar a 35 o 40 mil metros cuadrados cubiertos, que es la tercera parte de esa superficie, y que va a construir un parque público enorme donde hoy no hay nada, hay ratas, y containers y pasto crecido”, afirman desde la empresa.

Podríamos hacer 140 mil metros cuadrados de torres de departamentos, torres de hasta 30 pisos. Y elegimos hacer un shopping que no va a llegar a 35 o 40 mil metros cuadrados cubiertos, que es la tercera parte de esa superficie.

“Hay una extorsión del gobierno sobre los vecinos que consiste en dejar el predio librado al abandono. El mensaje del gobierno es 'o el baldío o el shopping'. Pero la opción que no mencionan es la del parque público que es la que quiere el barrio”, sostiene Marcelo Ramal.

“Hay una extorsión del gobierno sobre los vecinos que consiste en dejar el predio librado al abandono. El mensaje del gobierno es 'o el baldío o el shopping'.

El legislador del Frente de Izquierda asegura que “existe una escalada general del capital inmobiliario sobre la ciudad de Buenos Aires", que ya tuvo antecedentes con el Tiro Federal y las 36 hectáreas en la zona del Parque de la Ciudad. Y afirma que "probablemente esté entre las condiciones que el Grupo IRSA le ha fijado a Rodríguez Larreta para sostener su gobierno, incluso en una zona saturada de torres y de shoppings”.

El predio de IRSA visto desde el Puente de Fragata Sarmiento, lindero a Ferro.

Ramal es uno de los que cuestiona la operación de compra que IRSA selló con Ferro, por la sociedad off shore de Alto Palermo y por el destino que se le pretende dar a los terrenos. Es uno de los que se opone junto con toda la bancada del FIT, la mayor parte del Frente para la Victoria y la Coalición Cívica. 

En IRSA aseguran que, si hubieran querido, podrían haber levantado las torres en Caballito hace 15 años pero -reconocen- el negocio principal de Elsztain es el de los shoppings.

Según le dijo Pandolfi a BigBang, el presidente de Ferro cree que hoy el 50 % de los vecinos aprueba el shopping: una parte porque considera que el barrio está muy caído, entre ellos los frentistas de la calle Avellaneda que esperan ver revalorizadas sus propiedades.

Pero sostiene que hay otro 50 % que no lo quieren porque en la zona ya existen shoppings y torres pero escasean por completo los espacios verdes. Hay algo más que preocupa en el Club: Platense tuvo problemas para jugar en Saavedra por el movimiento que genera el DOT de IRSA, rechazado además por las inundaciones que provoca en días de lluvia.

Pandolfi, presidente de Ferro desde 2014. Dice que los vecinos están divididos.

Entre los respaldos que consiguió el shopping en esta ocasión está la CAME que durante años fue parte de los grupos que más resistían el proyecto de IRSA.

Un funcionario del PRO al tanto de las negociaciones le dijo a BigBang que el proyecto se aprobará este año. El macrismo puede llegar a los 31 votos con el respaldo de SUMA +, el espacio de Graciela Ocaña o con el del legislador massista Javier Gentilini.

Pero si eso no sucede guarda un as en la manga que siempre le dio resultados: la aprobación del shopping dentro del paquete de leyes que se vota, cada año, en diciembre en la Legislatura.

En ese mercado persa en el que todos necesitan aprobar algo, Rodríguez Larreta espera encontrar los tres votos que le faltan dentro del campamento del PJ-FPV, hoy dividido en tres grupos.

El proyecto de las asociaciones de vecinos incluye el predio que compró IRSA.

La incompatibilidad

Hay un dato más que ponen de relieve los detractores del shopping: la familiaridad histórica entre IRSA y el gobierno de la ciudad.

Uno de los impulsores del proyecto es Andy Freire, el ministro de Modernización porteño que fue directivo de IRSA hasta diciembre de 2015, cuando asumió en el gobierno de la ciudad.

El auditor porteño, Facundo Gaiso (de la Coalición Cívica), lo cuestionó por una conducta que viola la Ley de Ética pública y le envió en setiembre una carta para que se abstenga de intervenir en el proceso, algo que ya hizo durante todo este tiempo. De Freire depende la Agencia de Bienes, el nuevo organismo encargado de vender terrenos fiscales.

Augusto Rodríguez Larreta, Gerente de IRSA hasta 2015.

Freire no es el único nexo entre IRSA y el gobierno porteño.

Hay otro, casi familiar, Augusto Rodríguez Larreta, el hermano del actual alcalde que fue durante años Gerente de Relaciones Institucionales del Grupo Elsztain hasta que pasó a formar parte de los equipos técnicos de la campaña del macrismo.