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La historia de una nena con Síndrome de Down que ya no cobra pensión

Melany es una de las perjudicadas tras la nueva medida del Gobierno, que le quitó la pensión a personas con capacidades diferentes. Su madre asegura que luchará por los derechos de la nena.

por Gisela Nicosia

14 Junio de 2017 10:08
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El viernes pasado, Melany debía recibir la pensión que cobra desde que nació. Tiene 14 años y tiene Síndrome de Down. Su mamá, Miriam Wabiszczwics, pidió permiso para salir de su trabajo. Pasaría por el banco y continuaría su rutina. Pero en la cuenta no le habían depositado ningún monto. Sin saberlo, lo que era un derecho asumido por su problemática se convirtió en objeto de recorte presupuestario. Y ahora son parte de los 72 mil familias de una persona con capacidades reducidas o diferentes que no tiene colaboración del Estado para su mantención. 

La nena es seguidora de Thalía.

Su historia es una entre las miles que surgen luego conocerse la nueva disposición del Gobierno. Desde este mes se inició la baja de pensiones a personas con discapacidad. Sin previo aviso, el Ministerio de Desarrollo Social decidió aplicar un olvidado decreto de 1997 que establece más exigencias y condiciones que deben reunir quienes buscan acceder a una pensión.

La sorpresa de la falta del pago fue una situación lapidaria para Melany y su familia. “La plata no estaba depositada. Me extrañó. Me comuniqué con el Anses y me informaron que habían dado de baja la pensión de mi hija porque uno de sus padres trabaja en blanco”, contó a BigBang. La pensión que recibía la menor era 4300 pesos. 

“No podía creer lo que escuchaba. Como si fuéramos culpables de trabajar para darle todo lo que necesita. ¿Qué tienen que ver mi trabajo con la pensión? No sé qué va a pasar con su ritmo de vida. Pero todas sus actividades se basaban en los beneficios que recibía”, afirmó.

Pero eso no es lo único que preocupa a Miriam. Los dichos del presidente de la Comisión Nacional de Pensiones Asistenciales (CNPA). El funcionario sostuvo:Una persona con síndrome de Down no es sujeto de derecho de esta pensión. Puede trabajar si lo deseara”. Y Miriam no se calló: “No tienen noción de nada. No tienen familiares, no tienen idea de lo que es el Síndrome de Down”, afirmó con dolor.

“Que tomen a algunos chicos para que limpien no significa que todos puedan trabajar. Y no debería ser el único empleo que se ofrezca. Bastante sufrimos por las limitaciones que padece Melany, ahora se suma esto. Es lamentable. Estoy muy mal, como mamá y como persona que sabe lo que es. Hay muchas familias que sufren”, dice. A su enojo suma que "le apena la falta de palabra de Gabriela Michetti". 

“Que tomen a algunos chicos para que limpien no significa que todos puedan trabajar

"Lo peor es que tenemos una vicepresidenta que tiene una condición para movilizarse. Debería tener más sensibilidad. Me da vergüenza y lo peor es que no dice nada. Al igual que la persona que propuso y aceptó esta medida. Es alguien sin corazón. Ojalá nunca le pase estar en nuestro lugar”, sostuvo y aclaró que “no pertenece ningún partido político”.

Mamá e hija. 

“Tenían dos millones de formas de recortar presupuesto. Pero se metieron con los pensionados y no lo vamos a permitir. Son los derechos de mi hija y por eso voy a presentar toda la documentación necesaria para que le devuelvan su pensión. Como si fuera poco, este problema me genera otras complicaciones. Debo faltar a mi trabajo, perder días y dinero para reclamar algo que ya era un atributo otorgado para Melany”, aseguró.

LA VIDA DE MELANY

En San Vicente, en una casa alquilada en un barrio de clase media trabajador viven Melany junto a su familia. Cada mañana Miriam la despierta para que vaya a la escuela. Melany desayuna, se cambia y sube a la combi que la traslada a casi 5 kilómetros de su casa, en Alejandro Korn. Las maestras la reciben y ella saluda a sus compañeros. Los que la conocen dicen que siempre sonríe y tararea canciones de Thalía.

Mientras ella estudia, Miriam trabaja y por la tarde hace malabares para encargarse de lo que necesite su hija. La lleva a controles médicos, a la psicóloga y a otras actividades. 

La menor solo puede contar hasta veinte.

Con ese dinero se abonada parte de sus gastos. El resto quedaba a cuenta de los ingresos que Miriam y su pareja. Pero no todo es el dinero. La pensión otorgaba beneficios. El colegio especial lo cubría la obra social, al igual que la disposición de la cobertura médica. “Para el gobierno ella no es una persona especial pero lo es. Necesita atenciones, cuidados y hasta por ejemplo transporte. Ahora no sabes cómo llegará a la escuela, ni si continuará yendo”, detalló.

Melany mientras Miriam hablaba con BigBang jugaba con sus compañeros. “Mi hija es lo mejor que me pasó en la vida. Ama cantar y bailar. Es una nena feliz, dulce. No puedo dejar de pensar qué será de ella en el futuro”, dice y repasa las limitaciones de la menor.

]A Melany le encanta cantar y bailar.

La nena asiste a la psicopedagóga para que la ayude con el aprendizaje de contenidos. No logra tener dimensión total de la realidad. No lee, no escribe, y sólo copia frases. No sabe restar ni sumar y solo puede contar hasta 20.

"Su vida cambiará mucho sin sus actividades y sus médicos", dice y teme por su futuro. “No sé cómo se va a mantener cuando se a grande. Hoy laboralmente le cuesta conseguir trabajo a cualquier persona. No será fácil que una persona con Síndrome de Down sea contratada fácilmente”, comentó.

LA POLÉMICA DE LOS DICHOS

El presidente de la Comisión Nacional de Pensiones Asistenciales, Guillermo Badino, se refirió a la suspensión de pensiones para discapacitados y afirmó que una persona con síndrome de Down no debería percibir el beneficio.

“Dimos de baja pensiones a personas que no son inválidos totales y permanentes, sino que tienen cierto grado de discapacidad. Una persona con síndrome de Down no es sujeto de derecho de esta pensión. Puede trabajar si lo deseara, quizás le pueda caber la asignación universal por hijo”, dijo en diálogo con Clarín.

El ministerio de Desarrollo Social aclaró cuáles son los criterios que establecieron para la quita de pensiones a discapacitados:

Aquel discapacitado cuyo tutor responsable, cónyuge o consanguíneo obligado perciba un ingreso equivalente a tres jubilaciones mínimas, es decir, de 19.200 pesos por mes. Esa suma se ajustará.

Quienes tienen un bien a su nombre, como un auto. Independientemente que este sea indispensable para garantizar la movilidad del discapacitado.

Aquella persona con discapacidad cuyo cónyuge cobre una pensión o jubilación, incluso la mínima de 6.377 pesos. Con este último monto, la norma a la que se ciñe Desarrollo Social considera que un discapacitado y su pareja pueden vivir sin caer en la pobreza.

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