Al igual que lo hizo el presidente Mauricio Macri en su discurso de apertura de las sesiones ordinarias en el Congreso, la Universidad Católica Argentina (UCA) advirtió que la Argentina es un país de "consumo, fabricación y tránsito" de drogas. A la vez aseguró que la adicción y el narcotráfico llegan a ser una “pandemia” en los barrios más humildes del conurbano bonaerense.
Según revela el informe Barómetro del Narcotráfico y las Adicciones, realizado por la UCA, se puede observar el avance de las drogas en la Argentina a través del incremento de hogares que perciben de manera directa que en su barrio se venden drogas.
El investigador jefe del Observatorio de la Deuda Social Argentina, Agustín Salvia, indicó que la evolución del registro de venta de drogas en los barrios pasó del 30% en 2010 al 45% de los hogares en 2014.
Se incrementó la precepción sobre la venta de drogas en los barrios marginales.
“Los hogares familiares en donde hay jóvenes entre 14 y 25 años y cuyos jefes están desempleados o desocupados elevan “manifiestamente” los guarismos de adicciones severas en todas las regiones urbanas, llegando a duplicarse en el conurbano bonaerense”, expresó Salvia. “La venta y tráfico de drogas es mayor en los barrios donde no se exhibe presencia policial”, agregó.
A su vez, el informe destaca que el consumo de estupefacientes y el tráfico de drogas se conviritó en los últimos años en “un flagelo, una pandemia” en el sectores más pobres del conurbano bonaerense, sumando también una fuerte penetración en el NEA y el NOA. Esto se debe a que se trata de regiones urbanas de gran concentración de población que poseen un alto índice de venta de drogas. “Argentina es un país de consumo, fabricación y de tránsito”, denunció Salvia.
Los sectores más pobres del conurbano bonaerense son los más vulnerables.
Durante la presentación del informe, el rector de la UCA, monseñor Víctor Manuel Fernández, destacó que el objetivo del estudio es “colaborar con cualquier gobierno para saldar esta deuda social y no sólo indicarla”.