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La importancia de saber hablar sobre salud mental y a qué síntomas hay que estar atentos

El peso de las palabras a la hora de comunicar y acompañar.

por Florencia Tozzi

07 Mayo de 2023 08:00
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La importancia de saber comunicar acerca de salud mental, de qué palabras utilizar y cómo evitar la agresividad con las mismas, es de lo que se debe aprender día a día. Además, dejar de normalizar el hecho de agredir mediante enfermedades, debería ser el puntapié para dejar de escuchar que al día de hoy, las personas se siguen expresando de esa manera.

En diálogo con BigBang, el médico psiquiatra, Ricardo Corral, habló acerca de cómo se tiene que tratar la salud mental en Argentina, de qué manera comunicar sobre ella, las formas en la que se identifica cuando una persona comienza a pasar por un trastorno, qué tipos existen y la importancia de recurrir rápidamente a profesionales de la salud. Además, hace poco menos de un año lanzó un libro llamado Las Palabras importan, junto a otros médicos psiquiatras, sobre de qué manera deben informar los medios de comunicación los diversos trastornos.

-¿Por qué son tan importantes las palabras en la salud mental?

-El lenguaje asigna y atribuye, justamente con cada palabra, una condición. Por ejemplo, en este caso, si tiene que ver con una situación positiva o negativa. Entonces las palabras, sobre todo cuando se le asignan atributos negativos, como puede ser un insulto, es algo que genera malestar en las personas. Pero, por lo general, a lo que apuntamos los psiquiatras es que si esa palabra que se utiliza tiene que ver con una enfermedad y la usamos como un insulto, termina generando en la persona que lo padece, una situación discriminatoria. Por ejemplo, "vos sos un esquizofrénico", lo estamos insultado porque le estamos dando un atributo muy negativo a la palabra, entonces la persona que padece una enfermedad como la esquizofrenia se va a sentir estigmatizado y discriminado, así como su familia y eso va a repercutir en su calidad de vida, en su bienestar y en su situación comunitaria.

-Hablas de los insultos... ¿Por qué está normalizado que algunas personas se refieran a otras en base a insultos?

-Porque reactiva una situación de enojo. Cuando uno está enojado con alguien tiende a insultarlo, a agredirlo, es lo que se llama violencia verbal. El tema es que podemos usar una palabra que puede ser lo que llamamos malas palabras, pero cuando tiene una utilización de una palabra que tiene un diagnóstico de una enfermedad mental, genera una discriminación no sólo a quien insultas, sino a todos los que padecen una enfermedad. Si decís "sos un enfermo mental", es un insulto que se suele decir y termina siendo algo que perjudica porque discrimina a las personas que padecen una enfermedad mental. A nadie se le ocurre decir "vos sos un diabético" o "vos sos un enfermo del páncreas" o "sos hipertenso", como insulto. Ese es el punto. Como algo desvalorizante y que además es estigmatizante.

-Hablando de las palabras importantes en la salud mental... ¿Cuáles crees que son los términos adecuados para usar?

-Lo adecuado es transmitir de una manera precisa y medianamente objetiva aspectos que son importantes para que las personas y la comunidad estén mejor. El ejemplo concreto de esto es, favorecer que una persona pueda consultar y no favorecer conductas negativas, por ejemplo podría ser en situaciones de personas que han cometido un suicidio. Estas cosas son importantes comunicarlas para lograr que las personas comprendan que pueden aparecer ideas de muerte, ideas de suicidio pero que también hay una forma de resolverlo que es a través de la consulta y de la ayuda.

Pueden aparecer ideas de muerte, ideas de suicidio pero que también hay una forma de resolverlo que es a través de la consulta y de la ayuda"

Lo que no habría que hacer es mostrar la forma turbulenta de cómo fue, porque eso en realidad puede terminar en una situación de imitación. Además, tampoco hay que romantizar la idea del suicidio. Por ejemplo, cuando sucedió en el Malba hace unos años que murió una persona y otra persona mató a un policía, algunas personas decían que es un "loco que tendría que estar encerrado", "un loco peligroso", y en realidad fue una tragedia porque esa persona era un enfermo que padecía esquizofrenia que había tenido dificultades con su tratamiento porque justo fue en cuarentena. Entonces en realidad hablar de que alguien tiene que estar encerrado es algo erróneo porque no tiene que estar internado para hacer un tratamiento. Esa es otra manera de expresar el error al comunicarse. Una persona no tiene que estar encerrada, tiene que estar internada en un centro de atención especializado en psiquiatría, en salud mental.

-De la palabra "loco" también surgen otros aspectos... ¿Se puede decir que se romantiza un poco cuando se trata a una persona de "loco lindo"?

-Ahí va a lo que uno le atribuye a cada palabra. La palabra puede tener un nombre y un apellido, sería el loco lindo. Ahí es un atributo positivo, algo lindo. Entonces el "loco peligroso" lleva esa connotación negativa con el apellido que sería peligroso. Pero si uno dice es un loco o un demente, por lo general la atribución no es buena, ni positiva. Obviamente que son palabras vulgares, inevitables y que se utilizan así vulgarmente.

En lo que tenemos que hacer eje, más que nada, es en ayudar a las personas que padecen una enfermedad, que no sería "loco" sino que sería esquizofrenico, que no sea estigmatizado o discriminado. Además, no hay que confundir la enfermedad mental como la peligrosidad. Es una atribución que se le suele dar la comunidad que pueden pensar que es un loco entonces es peligroso. La enfermedad mental no es peligroso. Más bien es al revés, las personas que tienen una enfermad mental son más vulnerables y son más víctimas que victimarios.

-¿Y por qué se las adjunta tanto con la peligrosidad entonces?

-Porque tiene que ver con un aspecto un poco relacionado con el hecho de que a uno le asusta la locura, como una cuestión ancestral, de alguien que es impredecible, entonces ese miedo hace que cuando uno desconoce algo le genere una preocupación y un temor. Todo lo que es desconocido da cierto miedo y ese temor nos hace actuar y ver al otro como peligroso. De ahí viene también lo que es algo más social que es ser xenófobo. El tenerle miedo al extranjero, que no es de nuestro grupo, lo vemos como alguien peligroso.

-¿Qué tipos de trastornos existen dentro de la salud mental?

-Son muchas, pero las más prevalentes es lo que tiene que ver con la depresión y con la ansiedad. Esos dos problemas de salud son los más frecuentes. Después están las enfermedades más graves, como la demencia, Alzheimer, esquizofrenia, trastorno bipolar en algunos momentos puede ser más grave y también en las depresiones hay algunos graves llamados melancolía severa, que son más graves también. Si hay algunas que son muy comunes y otras que no lo son tanto, que son más severas.

-¿Dónde está el puntapié inicial de una persona que empieza a dar indicios de que está sufriendo algún trastorno?

-El puntapié inicial tiene que ver con dos cosas, por un lado, síntomas que no son habituales, porque una cosa es que uno puede estar ansioso por algo y otra cosa es que esté ansioso todo el tiempo por cosas no muy racionales. Otro aspecto muy importante de los síntomas es la funcionalidad, es decir, en cuánto te perturba el hecho de ese síntoma en la vida cotidiana, ya sea en el estudio, trabajo, en la vida familiar, en las relaciones... Son dos aspectos, los síntomas y la perturbación que nos genera. A su vez, la perturbación en la funcionalidad. El estudiante que no puede terminar de rendir o no puede estudiar, la persona que no puede ir a trabajar que se siente mal, pierde rendimiento, e incluso los deportistas que les cuesta la condición, es un indicador de que algo no está funcionando bien.

-En la ansiedad y en la depresión tienen distintas maneras de manifestarse... ¿Cómo uno puede darse cuenta de lo que le está pasando siendo tantos los parámetros para darse cuenta de eso?

-Hay un par de síntomas capitales fundamentales, por ejemplo, la tristeza que no es muy explicable por las circunstancias pero es perdurable durante por muchos días y muchos momentos, ocurre hoy, mañana, toda la semana, todo el mes, ese es un síntoma importante. Además de la tristeza, es la falta de energía, de concentración, la dificultad de sueño, la falta de apetito y todo eso conforma un síndrome que tiene que ver con distintas cosas, por eso si bien uno habla de depresión, hay distintas maneras de expresarla dependiendo de cada persona.

-De la mano de esto también van los ataques de pánico... ¿o no?

-Claro. Un ataque de pánico tiene todos síntomas ansiosos pero muy agudos, excesivamente agudos, que quizás ocurren de un momento para otro y de una importante intensidad que es un trastorno de ansiedad, un ataque de pánico pero con una intensidad altísima y muy puntual que ocurre de una manera abrupta.

-¿Y cómo una persona sabe lo que le está pasando si es la primera vez que le sucede?

-No se da cuenta. Va a creer que va a tener miedo de tener un infarto, de morirse y de todos síntomas físicos que le asustan y de hecho no sabe que es un ataque de pánico así que lo más probable y lo más frecuente es que termine en una clínica diciendo que tiene síntomas de que se le va a parar el corazón, que se va a morir o que tiene un dolor en el pecho. Los médicos por suerte están entrenados en eso, le hacen una evaluación clínica y cardiológica y advierten que hay que hacer una interconsulta con un psiquiatra y que no es ningún trastorno cardiovascular, por ejemplo, y si es un ataque de pánico, que es un cuadro psiquiátrico.

-Entre otras cosas... ¿Los problemas en exceso también ingresan en lo que son los problemas de salud mental?

-Por supuesto. Los consumos de exceso de cualquier cosa es una circunstancia que entra en la salud global en general porque el consumo en exceso altera el estado mental como también el físico, el ejemplo más simple es comer demás y mal, te va a generar una perturbación que es la obesidad, que es una enfermad, que trae un montón de consecuencias y riesgos para la salud como es el infarto. Problemas metabólicos, de colesterol, el hecho de consumir de más genera eso. Ni hablar si es otro tipo de cosas como el alcohol que trae consecuencias en todo el organismo, por eso hablamos de la salud integral y general y no solamente de la salud mental. Produce alteraciones físicas y psíquicas el alcohol.

-¿Cómo puede ayudar la familia o las personas cercanas a una persona que tiene trastornos?

-Lo importante es el acompañamiento que todos necesitamos naturalmente en la vida cotidiana, entonces cuando una persona está padeciendo es mucho más importante todavía el acompañamiento y la contención, pero en esto hay un condimento extra y es donde quizás hay que hacer hincapié que cuando una persona padece una enfermedad mental, esas enfermedades mentales no son tan objetivables, no son tan visibles entonces no se comprende y se cree que es algo más de la voluntad entonces a una persona no se le entiende tanto. Si tiene un infarto es fácil, sabe que tiene presión alta, pero si alguien tiene depresión no se entiende y se confunde con el hecho de la voluntad, que debería poner voluntad para estar mejor lo cual no tiene sentido, porque si es una enfermedad, por más que tengas voluntad no vas a dejar de tenerla. Ese es el mayor inconveniente que genera para que la persona que lo acompaña comprenda y no presione o no genere tensiones extras, en general cuando estamos enfermos físicamente los seres queridos nos ayudan y acompañan, pero es importante saber que el desgaste que genera la enfermedad mental, también lo genera en los seres queridos y sobre todo con quienes convive.

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