Tras la renuncia el sábado del ex ministro de Economía Martín Guzmán, y de la llegada de Silvina Batakis a la cartera, la incertidumbre con la que viven los comerciantes este lunes avanza con el correr de las horas ante la suba del dólar, el aumento de los precios y las llamadas que los proveedores no atienden y hace que muchos se queden sin mercadería.
Para saber cómo enfrentan este nuevo cimbronazo los dueños de los comercios, BigBang recorrió las calles del conurbano y de la Ciudad de Buenos, donde muchos de los trabajadores aseguraron que están acostumbrados a sufrir este tipo de cosas y que la inestabilidad es cada vez más grande.
Entre los distintos comercios consultados, un diariero de la calle Monroe y Cramer, en el barrio de Belgrano, aseguró que si bien hoy no debió remarcar los precios, la situación le afecta "porque la gente deja de comprar cosas que no son tan imprescindibles, como diarios y revistas. Hoy en día la gente consume lo básico: comida y artículos de limpieza". Además, aseguró que la renuncia de Guzmán la tomó mal "porque automáticamente afectó a la economía". Con respecto al valor del dólar, confesó que le preocupa porque es un factor que "aumenta la inflación y los precios". Y concluyó: "Las ventas vienen mal, en bajada, y cada vez se vende menos".
En el rubro de las panaderías, el dueño de un local ubicado en Belgrano R. contó: "Todavía no remarqué los precios, pero vinimos al local a ver qué novedades había por parte de los proveedores. Ya hubo un aumento del producto principal nuestro, que es la harina, pero por ahora no pensamos en remarcar porque aumentamos hace 15 días".
Y agregó que la situación le preocupa y que el ministro saliente debió renunciar en otro momento: "Tengo una incertidumbre total. No sabés a dónde vamos a ir a parar. Con respecto a Guzmán creo que es una vergüenza total su renuncia. Hoy supuestamente se iba a ir a París para arreglar la deuda y no puede ser que renuncie dos días antes de eso. Creo que no era el momento ni la forma, ni nada. Está bien que estuvo presionado por todos lados pero se debería haber quedado".
Las dietéticas tampoco se salvan. Uno de los dueños de un local consultado explicó que "esta semana ya remarcamos, la semana pasada también. Es algo habitual. Cuando no es el dólar es la nafta o la inflación, todo influye en el precio". Además, confesó que no mira tele para no consumir tantas malas noticias. "No seguí mucho la noticia de Guzmán porque ya hace un tiempo que no veo noticieros. Prefiero no hacerme mala sangre. Este Gobierno es más de lo mismo. Sea del partido que sea siempre es lo mismo, nosotros siempre la estamos luchando", sostuvo.
Por último, consultado por la inflación y el dólar dijo que le preocupa el contexto que se vive. "El año que viene tenemos que renovar el contrato de alquiler y hoy no sabemos qué va a pasar. Capaz que cerramos. Habrá que hacer cuentas y rever todo", cerró.
En el rubro granja, el dueño de un negocio sobre la avenida Monroe y Conesa, contó que hoy temprano le llegó la lista de precios con los distintos aumentos. "Me acaban de aumentar todos los congelados recién. Y el huevo aumenta el miércoles. Vine con la idea de no aumentar y ahora no me queda otra. ¡Me quiero matar!", aseguró.
De igual manera, el dueño de la carnicería Secreto hermanos, ubicado en la calle Semana de Mayo de la localidad de Francisco Álvarez, en el oeste de la provincia de Buenos Aires, explicó a este sitio que ninguno de los proveedores con los que trabaja hoy le atendió el teléfono para poder comprar mercadería.
"Ahora hay que esperar, yo no aumenté los precios. Trabajo siempre con la misma gente y uno tiene que tener respeto. Acá en Álvarez todos nos conocemos, si no te ves acá comprando, te ves en el club o en un asado, y hay que respetar al cliente", aseguró.
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Un poco cansado, pero a la vez acostumbrado, dijo que esto le pasa seguido, y que por eso siempre prefiere mantener los precios habituales con los que trabaja ante una suba sorpresiva, ya que elige no especular (por $3 mil o 4 de diferencia que pueda hacer) y así mantiene a sus compradores sin sentir que les falta el respeto.Por otro lado, un comerciante dueño de una verdulería ubicada en la misma zona, comentó a BigBang que durante el domingo fue a comprar al Mercado Central y se encontró con que algunas verduras, como el caso de la cebolla, estaba $200 más.
"Por ejemplo, un cajón de mandarinas hoy cuesta $800, pero siempre en la verdura cambian los precios, es así. Esto pasa varias veces al año y no solo tiene que ver con la economía sino con las estaciones que a veces, por ejemplo, la helada arruina la lechuga en las quintas. Hoy no es que aumenté el precio de los alimentos por esto, aumenté porque ayer en el Mercado Central algunas cosas subieron, como cada vez que voy que algunas cosas suben y otras bajas. Los precios no son siempre iguales y por eso al cliente nunca le sale lo mismo cuando compra", comentó.
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En cuanto al rubro panadería, en uno de los negocios del centro comercial de Francisco Álvarez llamado Las delicias, la cajera comentó que la renuncia de Guzmán y la inestabilidad en torno a la economía "afecta a todo el país y no solo a los comercios, aunque es cierto que en las pequeñas empresas es en donde más se nota".
"Hoy se perdió la noción del valor de las cosas. En el pan por ejemplo es donde más se nota y el problema está en que los alimentos más básicos aumentan. Estamos acostumbrados a que haya aumentos, pero lo de Guzmán me parece que es algo más político entre el presidente y la vicepresidenta, que algo que afecte en si a la economía", cerró la empleada.
Del mismo rubro, en el barrio de Belgrano, una panadera oriunda de Venezuela confirmó que este mismo lunes debió aumentar los precios de sus productos. "Tuvimos que remarcar varios precios porque todos los proveedores han aumentado. Es una cadena que nos toca. Hoy aumentamos un 25 %. Pero lo que más me preocupa es que la gente ya se está acostumbrando a que las cosas aumenten y nadie hace nada", aseguró. Y agregó: "Las ventas están bajas. Esto me hace acordar a Venezuela. Así empezamos allá. La única diferencia es que allá no cambiaba nunca el presidente".