Hugh Hefner falleció anoche a los 91 años en su mansión de Beverly Hills, la emblemática “mansión Playboy”. Y cumplió así su último deseo: morir dentro de las paredes de la propiedad en la que vivió los últimos 46 años de su vida.
Hefner falleció ayer por la noche en la emblemática mansión.
El magnate había comprado la propiedad en 1971 por 1.1 millones de dólares y la convirtió en la sede mundial de la lujuria y el descontrol por sus fiestas subidas de tono. Algo que mantuvo, pese a su avanzada edad, hasta meses antes de morir.
Hugh junto a su novia de ese entonces, la modelo Barbi Benton.
Pese a que tiene un patrimonio neto que asciende a los 200 millones de dólares, la pregunta que todo el mundo se realiza tras su muerte es: quién heredará la emblemática mansión. Y la respuesta es concreta. Nadie.
La propiedad fue valuada en 100 millones de dólares.
Consciente de su débil estado de salud, Hefner puso en venta la propiedad y finalmente la vendió en agosto del año pasado. Eso sí: puso como condición de venta que le permitieran permanecer en la residencia por el resto de su vida.
La compró Daren Metropoulos, un empresario de 33 años.
La insólita cláusula no desalentó a Daren Metropoulos, un empresario de 33 años que desembolsó 100 millones de dólares y cumplió con el pedido del magnate. El joven es hijo del millonario inversionista Dean Metropoulos.