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La muerte de Cerati, un cóctel de negligencia e intereses económicos

La doctora Mariana Lestelle hace un análisis pormenorizado de las primeras horas de Cerati después del ACV. Por qué se tardó en asistirlo, los prejuicios de los médicos y la arteria del músico que “avisó que algo malo pasaba” y fue ignorada.

11 Agosto de 2015 13:30
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Soy una gran admiradora de Gustavo Cerati. Su música acompañó mis despertares adolescentes y acompaña actualmente la adolescencia de mi hija. Recuerdo las primeras noticias de la “descompensación” de Gustavo el 15 de mayo de 2010 en Venezuela, luego de un recital de la gira.

El primer parte médico emitido por la Cínica Trinidad de Venezuela reflejó que había sufrido un accidente cerebro vascular isquémico transitorio, y lo primero que me pregunté fue por qué no estaba internado en terapia intensiva. Según los informes periodísticos, el genial artista estaba en una habitación VIP. Veloz y vorazmente, todas las noticias apuntaban a que “estaba bien”, “contento”, que le había pedido a sus allegados que quería comer.

Hoy se cumplen 56 años del nacimiento de Cerati.

Claramente tengo el pensamiento condicionado al protocolo médico. Y universalmente establecido está que paciente con ACV se interna en terapia intensiva. Los ACV por mínimos y transitorios que sean, se internan en unidades con alta complejidad médica, porque estadísticamente está comprobado que estos cuadros pueden rápidamente convertirse en catástrofe.

No salí de mi asombro cuando me enteré que su manager anunció que “Gustavo estaba bien porque había elegido su comida preferida”. El primer parte médico emitido hablaba de un ACV isquémico transitorio. Y todos contentos, porque comía, parámetro que no existe en medicina para evaluar gravedad. Y mientras Gustavo estaba en una habitación “común”, confortable pero sin los recursos médicos que ameritaba el caso.

Un AIT o accidente vascular isquémico transitorio dice que sólo por un ratito, parte del cerebro del paciente se quedó sin el suficiente oxígeno. Cuando pasa esto, y es lo que establece el criterio de ingreso a una terapia intensiva, es cuando la pregunta médica busca el porqué.

¿Cerati no fue bien atendido? Lestelle duda y sospecha que hubo fallas en la atención médica.

¿Por qué hubo déficit de oxígeno transitoriamente en el cerebro? Y ante eso están establecidas, además del lugar de internar al paciente en terapia intensiva, ciertas guías médicas que te dicen qué buscar. Para eso hay que preguntarse dónde ocurrió el problema. Y el protocolo marca claramente cuáles son los pasos a seguir ante el diagnostico de accidente cerebro vascular isquémico transitorio.

“No salí de mi asombro cuando me enteré que su manager anunció que 'Gustavo estaba bien porque había elegido su comida preferida

Siendo médico sabes que para establecer el dónde, tenés que conocer las causas que generan determinada patología. Y en los AIT no hay mucha vuelta. Tenes que buscar las posibles causas que puedan interrumpir la oxigenación cerebral transitoriamente. Y habitualmente el epicentro es el sistema cardiovascular.

¿Pasa algo en el corazón? ¿Hay un infarto, una arritmia? ¿Pasa algo en las arterias que llevan sangre al cerebro?

Y además de los resultados que muestren imágenes del cerebro, hay que buscar el origen del problema con estudios protocolizados.

Diagnóstico

Cerati ingreso con diagnóstico de un AIT a una habitación común. Por lo que pasó después, surge claramente por qué había hecho una manifestación neurológica. No lo estudiaron en emergencia. Posiblemente porque fueron prejuicios pensando en droga. Los pacientes con manifestación neurológica, aun hayan consumido drogas, también se los interna en terapia intensiva. 48 horas después, internado en una habitación común, Cerati tuvo una obstrucción total de una de las arterias carótidas. Las carótidas son las arterias que llevan sangre al cerebro. Una de sus carótidas había mandado síntomas antes, el AIT. Claramente nadie estudió sus carótidas. Y el llanto, el síntoma que había mandado esta arteria absolutamente desatendida, fue minimizado. Era más fácil el pensamiento prejuicioso relacionado con la droga.

Luego del su último recital, Cerati perdió el habla.  

Esa arteria, carótida izquierda, estaba diciéndole al cerebro de Gustavo que algo pasaba. Gritó, avisó, se manifestó, pero la ignoraron. Y la ignorancia, mata. Se obstruyó completamente. Dejó sin irrigación a la mitad del cerebro, que como respuesta a la falta de oxígeno, se inflama y colapsa a la otra mitad, porque el cerebro está dentro del cráneo, estructura rígida si las hay.

Lamentablemente es este tremendo caso de negligencia, de prejuicios y de intereses económicos, pudo más la rigidez de ocultamiento, que la vida de Gustavo.

Era más fácil caer contra los que preguntábamos y contábamos, no ante los que trataban “suavemente”.