A días de cumplirse cinco años del travesticidio de la activista Diana Sacayán, impulsora de la Ley de Cupo laboral trans en la provincia de Buenos Aires, la Justicia machista sigue violentando nuestras identidades. El martes pasado se conoció un fallo en el que se confirma la cadena perpetua a David Marino, el autor material de la muerte de Diana, a quien se le quitó de la sentencia el agravante de crimen de odio. Los argumentos dados por la Cámara Nacional de Casación sostienen que "no se ha comprobado con evidencia" que haya sido un homicidio calificado por odio a la identidad de género.
La fiscal Mariela Labozzeta, defensora de la familia Sacayán, manifestó en su cuenta de Twitter: "Los crímenes de odio están previstos, precisamente, para castigar de manera diferencial los crímenes contra colectivos perseguidos, discriminados. El caso de Diana es el emblema más evidente de su existencia como fenómeno criminal estructural".
"Queremos travajar": la Ley de Cupo para travestis y transexuales
Contar cómo asesinaron a Diana sería revictimizarla. No quisiera entrar en esos detalles, pero les aseguro que trece puñaladas es realmente un ensañamiento que tiene nombre y ese nombre es: travesticidio.
Les aseguro que trece puñaladas es realmente un ensañamiento que tiene nombre y ese nombre es: travesticidio"
Ser travesti trans es ocupar un lugar incómodo en esta sociedad. Tenemos que estar preparadas desde muy temprana edad para defendernos. Muchas veces en las instituciones como las escuelas, en la calle o en muchos casos la trinchera se genera en la propia familia.
Es casi cultural y, lamentablemente, hay que entenderlo así; porque no son casos aislados. No es una ocasión particular o especial. Esto pasa. Nos matan por ser travestis trans, porque somos feminidades con pene o masculinidades con vagina. Nuestras relaciones sueles estar ubicadas en el morbo sexual, lo pornográfico. Estamos inmersas en un sistema que ofrece como único medio para subsistir el trabajo sexual.
¿Podemos hablar entonces de elección si decimos que el noventa por ciento de la población se dedica a la prostitución? ¿Realmente hay una elección ahí? ¿Por qué un cuerpo travesti trans puesto en un lugar público es leído como un cuerpo consumible?
Es importante que podamos nombrar lo que es odio hacia una identidad, para no asumirlo en soledad. Según el último informe del Observatorio Nacional de Crímenes de Odio LGBTQ+ se registraron en este primer semestre 69 crímenes hacia la comunidad: 11 fueron a personas gays, tres hacia lesbianas y 54 fueron muertes de mujeres travestis trans.
Estas estadísticas duelen y dan vergüenza, por eso no podemos permitir el retroceso en la Justicia. Porque sólo cuando se ha hecho justicia podemos ser compasivos y también amorosos. Nunca celebro que una persona vaya presa, celebro cuando hay justicia; porque la justicia nos permite ser mejores personas.