La sidra, el turrón y el pan dulce quedan en el olvido. Con las distintas tribus alimentarias se ampliaron las opciones a la hora de armar la canasta navideña. Ya no serán un problema romper las nueces. Los paladares se amplían y la variedad de gustos aumentan.
La clásica caja navideña ya es el pasado.
Para probar algo nuevo, para tener otros sabores o simplemente para que no romper la dieta existen opciones como la canasta de frutas. Mantiene el tono de la celebración pero a base de un alimento libre de azúcar agregada o mucho menor en relación a la típica canasta.
Es una canasta generosa, ideal para compartir, que contiene flores, pinos y todos los elementos típicos de la navidad recreados con ananá, kiwi, frutillas y uvas. Algunas de las frutas están bañadas en glasé real, chocolate o con granas.
La canasta navideña frutal. Otra opción a la clásica caja.
También existe “El pino frutal”, que está formado con frutillas bañadas en chocolate o decoradas con granas y la estrella que decora la punta del árbol es de ananá.
Pino de frutas, en lugar del típico árbol.
Para los que eligen no consumir ningún ingrediente de origen animal, existe una opción que incluye hamburguesas de legumbres, milanesas de soja, y más. VeggieLab es una empresa que lanzó la opción de una canasta vegana que combina frutos secos, medallones de durazno y pera, turrón de almendras y azúcar mascabo, budín vegano, y otros productos para para que armar un menú navideño sin cambiar el estilo de alimentación.
La caja suma fruta seca, budines y dulces de origen vegetal.
Menú veggie: hamburguesas de legumbres, paltas y torre de arroz.
Las mascotas no se quedan afuera. Son parte de la familia y también celebran. Existen distintas empresas que comercializan cajas con alimentos balanceados con formas alusivas a la fecha en lugar de los típicos huesitos para perros.
Los huesitos son reemplazados por alimento en forma de pino.
Incluso se ofrecen opciones para gatos y hasta se puede encontrar disfraces de Papá Noel y juguetes en sintonía con la festividad.