por Daniel Riera
13 Mayo de 2020 12:09
Todo el mundo habla del coronavirus, pero... ¿qué pasa con el dengue? ¿La epidemia pasa inadvertida? ¿Los números son graves, o no es para tanto? En la ciudad de Buenos Aires, según el último parte, hay alrededor de 5600 casos, sobre un total de 25 mil en todo el país, entre los cuales hay 22 fallecidos, comparativamente una tasa bastante menor que la del Covid-19. Julián Antman, Gerente Operativo de Epidemiología de la Ciudad, explica la situación actual, con prudencia pero tratando de evitar alarmismo.
-¿Los cambios estacionales son tranquilizadores con respecto al dengue? ¿Estamos bien, mal, más o menos?
-Definitivamente la tendencia es al descenso, porque sigue la misma estacionalidad que en el año 2016, que está totalmente vinculada con la temperatura , porque la temperatura está totalmente vinculada a la capacidad de infectar del mosquito. Hay un indicador técnico muy puntual, que es el llamado período extrínseco de la enfermedad. ¿Qué es esto? El tiempo que pasa entre que el mosquito pica a una persona y se hace infectivo para después, cuando pique a otra, pueda transmitirle el virus. Este período está totalmente vinculado a la temperatura. A mayor temperatura, más corto es este período, a menor temperatura es más largo . Cuando hay un período extrínseco en el cual la temperatura es menor a 18 grados, ese período es tan largo que el mosquito se muere antes de que pueda infectar. Esto es lo que está pasando desde hace tres semanas. Ahora, siguen habiendo unos pocos casos porque los mosquitos vivos que quedaban a fines de marzo y mediados de abril (los mosquitos viven un promedio de 30 días) todavía están picando. Estos mosquitos que quedan son los que están haciendo que todavía haya casos, pero la tendencia es a franca disminución, que es lo que se puede ver en el boletín. Y la tendencia no se va a modificar, por la certeza que te da ese dato técnico, y por lo demás bueno, en términos generales, nosotros estamos viendo que en términos de casos totales vamos a estar apenas por encima de lo que fue 2016. Teniendo en cuenta la realidad epidemiológica de la región, estamos dentro de los valores esperados.
-¿En qué afectó la pandemia del coronavirus al tratamiento del dengue?
-La problemática del coronavirus hizo que la complejidad del abordaje del dengue fuera mucho mayor, básicamente por dos cuestiones. La primera es que la gente se quedó en la casa, y sabemos que el contagio de dengue es en la casa. Por otro lado, todo lo que tiene que ver con el servicio de salud. Como está puesto en los boletines, hubo una sola persona fallecida por dengue en la ciudad, una persona de 71 años que tenía un Epoc crónico, es decir que estaba mal de salud en general, pero hubo un muy buen manejo clínico de los casos y eso es muy bueno, pero todo lo que está siendo la atención de las personas es muy diferente a como era antes. La gente no va a los centros de salud, y en el ámbito privado, que es más del 60 por ciento en la ciudad, la gente se atendió por telemedicina. Esta es la situación que tenemos hoy: en el próximo boletín la tendencia va a seguir en disminución. Yo no creo que haya más de 200 casos, 200 y pico de casos, cuando en el pico de la epidemia hubo 900 casos por semana, hace cuatro o cinco semanas atrás. Si ves el boletín, la tendencia viene bajando hace tres semanas.
- Es cierto, Sin embargo, no deja de impactar la cantidad de casos: 25 mil en todo el país, casi 6 mil en la ciudad...
-Sin embargo, hubo mucho más. El tema es que en el actual contexto mediático, a raíz de la pandemia de coronavirus, la epidemiología cobra otra dimensión. En el 2009 hubo 26 mil casos de dengue en la Argentina, en el 2016 hubo 75 mil casos. Este año, hasta ahora, volvimos a tener unos 30 mil casos, de los cuales hay unos 6 mil de la ciudad. El problema con dengue es un problema social, no es médico/sanitario. Tenemos que preguntarnos cuál es la problemática: porque están los que piensan que el problema es que los pobres acumulan agua y son sucios, los que piensan que en los lugares donde hay mucho verde hay que fumigar y los que entendemos que el problema del dengue es que está en todos los barrios de la ciudad y que los criaderos del mosquito están en nuestras propias casas. Este es un poco lo que a mí me gusta siempre plantear. Y en el medio están todas las posibilidades y las particularidades que tienen todos los barrios. Tenés en las villas y en los asentamientos una problemática mucho mayor por las características estructurales, pero en Flores tenés un agrupamiento de casos enorme, tan grande en términos de tasas como el de Villa 31, y en Coghlan, Villa Urquiza y Villa del Parque también tenés conglomerados de casos. Toda esta complejidad es la que estamos abordando y la que queremos modificar para poder pensar que en la ciudad de Buenos Aires el problema del dengue es un problema de desorden socioambiental y de conocimiento del contagio. El otro día leí un artículo de una colega tuya que decía que estaba cansada de que le repitieran la pregunta "¿Dónde estuviste que te contagiaste de dengue?", como si fuera que estuvo en la villa o se fue a Misiones. Nadie puede entender que el problema está alrededor de cada casa, tanto si vivís en Palermo, como en Villa Urquiza, o en villa Devoto en Flores o en Monte Castro.