por Lorena Guarino
30 Junio de 2016 20:02Viviana y Sergio Fiszman partieron rumbo a Israel y Turquía para vivir su segunda luna de miel, después de 33 años de casados. Lo que no sabían es que vivirían la terrible experiencia de haber sobrevivir a dos atentados en el lapso de 20 días. El último de ellos, fue el que se produjo hace unos días en el aeropuerto de Estambul, donde murieron más de 40 persona.
La primera parada de su "luna de miel" fue Israel.
Viaje soñado
El 6 de junio la pareja partió rumbo a Israel, país en el que Sergio vivió en los años '70 y al que Viviana visitaba por segunda vez. El paseo incluyó la ciudad de Tel Aviv donde alrededor de las 17:30 decidieron "salir de shopping" por el centro comercial Sarona Market.
Lo que este matrimonio nunca pudo haber imaginado es que pocos minutos después se produciría un atentado terrorista, donde murieron cuatro personas y diez resultaron heridas. Dos terroristas llegaron al complejo comercial y comenzaron a disparar a la gente que allí se encontraba.
Al enterarse por los medios locales el estupor los invadió.
Después de 20 días que serían de disfrute y placer y tras haber pasado por una experiencia al menos movilizante, los Fiszman partieron rumbo a Turquía, suelo que pisarían por primera vez y que estaban muy entusiasmados por conocer.
Viviana disfrutó por primera vez de Turquía.
Era tan sólo cinco días, pero se dieron el gusto de conocer los lugares más bellos de la ciudad que está en dos continentes. En el último día de la estadía, en el hotel, y a pocos minutos de emprender el regreso, volvieron a ver imágenes que hablaban de un nuevo atentando. Esta vez en el lugar al que se dirigían, el Aeropuerto Atatürk de Estambul.
Esta vez el estupor se convirtió en miedo, según le relata Viviana a BigBang. "Sentí mucho mucho miedo, me sentí muy desprotegida", recuerda. Al tratar de comunicarse con el consulado argentino, nadie le dió ninguna respuesta. "Lo único que queríamos era volver", contó.
Sergio visitó el Gran Bazar en Turquía antes del atentado.
Las primeras noticias daban cuenta de dos atacantes que detonaron explosivos que llevaban consigo en el hall de arribos del edificio del aeropuerto.
Según relatos de testigos, los terroristas habrían intentado pasar por las máquinas de rayos X de los fuertes controles de seguridad. Al ser detenidos por oficiales aeroportuarios, abrieron fuego con fusiles Kalashnikov y luego hicieron estallar sus bombas. Otros testigos hablaron de, al menos, dos atacantes más presentes en el lugar. Allí murieron 46 personas y hubo más de 100 heridos.
Tal como lo tenían planeado la pareja se dirigió hasta el aeropuerto que sólo quedaba a 15 cuadras del hotel. "En el camino había mucha guardia policial. Dos veces durante el trayecto se subieron a la combi en la cual nos trasladábamos para revisarnos", recuerda Sergio. "El lugar de estacionamiento no era otro que el lugar donde se inmoló el terrorista, que luego sabríamos que pertenecía a Isis".
Decenas de víctimas se encontraban en todos los rincones del aeropuerto.
"A medida que ingresábamos para la sala donde se instauró un improvisado checkin vimos imágenes terribles. Había cintas cercando toda la planta baja del aeropuerto, vidrios y mampostería rota. También mucha sangre, biombos tapando cuerpos y llegamos a ver personal con máscaras levantando pedazos de 'algo'", se lamenta Sergio.
Ambos recuerdan el aeropuerto como un verdadero caos y el miedo impregnado en la cara de la gente. Los freeshops y las casas estaban cerradas y su personal permanecía adentro con mucho temor. "Los turcos decían que el atentado había sido culpa de los kurdos, que son los religiosos radicalizados que no quieren la invasión de turistas o extranjeros en Turquía", explica Viviana.
El caos total tras el atentado en Estambul.
"Todos los vuelos estaban cancelados, pero no sabemos porque razón el vuelo hacia Argentina estaba disponible. Yo creo, a diferencia de mi mujer, que el Consulado argentino intervino", dice Sergio. "El miedo era inmenso y llegar y escuchar a algunos argentinos nos dió un poco de contención", confiesa Viviana, quien asegura que temió por un atentado en el avión, en pleno vuelo.
Viviana se paseaba feliz por las calles de Turquía.
Sergio disfrutó de todos los rincones de Estambul.
Sergio y Viviana arribaron a Ezeiza ayer por la tarde. Ambos recuerdan haber escuchado las mejores palabras del mundo cuando en la aduana un empleado que se dio cuenta de dónde venían, simplemente les dijo: "Bienvenidos a casa".