13 Mayo de 2020 12:16
Si bien varias actividades comerciales volvieron a activarse en la ciudad de Buenos Aires y el Área Metropolitana, las peluquerías aún no están entre ellas, a pesar de que muchos salones de belleza plantearon que, con los cuidados al extremo, podrían retomar lentamente su trabajo y evitar contagios de coronavirus. Así, el cabello tendrá que esperar un rato más para volver a su óptimo estado.
Sin embargo, para domar la ansiedad -y la rebeldía capilar- hay varios productos y consejos a mano que pueden adquirirse en supermercados, farmacias o negocios de cercanía.
Shampoo anti-frizz: para cabellos rebeldes con tendencia a desordenarse ante la humedad ambiente, esta clase de shampoos contribuyen a "achatar" el pelo. Aceite de argán: ideal para el pelo seco, ofrece máxima hidratación sin empastar, contribuye a controlar el frizz y repara los daños del secador y la planchita.
Protector térmico: si la planchita o la buclera son aliados permanentes, el protector térmico disminuye drásticamente los daños, evitando que el pelo se vuelva quebradizo. Mascarillas caseras: cuando el pelo decae y no hay tratamientos cosméticos a mano, se puede recurrir a productos de almacén. Así, por ejemplo, mezclando dos paltas bien maduras con dos cucharadas de miel, se logra una mascarilla nutritiva que luego debe colocarse uniformemente en todo el pelo, dejar actuar unos minutos y enjuagar.
Manejar la tintura en casa es un poco más complicado, pero varias peluquerías están ofreciendo a sus clientes kits de coloración vía delivery. Así, por ejemplo, el del salón Badano Guzmán trae oxidante, tintura, pincel, guantes y asesoramiento online de parte de los estilistas. Puede adquirirse a través de su perfil de Instagram. Si el cabello es enrulado, conviene lavarlo cada dos o tres días y nunca peinarlo en seco.