La política es un gran show y los políticos, actores, comediantes. La sociedad, en esta lógica, es una platea multimediatizada a la que hay que seducir y lograr empatizar. Y así como en TV se mide en raiting, en política se mide en encuestas de imagen. Y en los medios se construye. Ver para creer.
Elenco de Gran Cuñado 2009.
Nadie como Marcelo Tinelli descifró y convirtió en un fenómeno sociopolítico ese concepto, y leyó el punto clave: a la gente, desilusionada de sus dirigentes, le encanta verlos un poquito ridiculizados. Y así arrancó un boom del que ninguno quería quedarse afuera.
Los presidenciables, invitados estelares de hoy.
Hoy, Massa, Scioli y Macri relanzan su candidatura desde ese ámbito festivo, con Marcelo dirigiendo la orquesta. El paso de los políticos -casi todos- por los programas de Marcelo, en los últimos años tiene hitos históricos. Desde Néstor y De la Rua hasta los actuales candidatos. Mirá a Néstor Kirchner recibiendo a Feranado de la Rua en la Casa Rosada.
Una que Tinelli no se esperaba. Mientras parodiaba, mirá quién lo llamó al aire.
Mauricio no se caracteriza por su ductilidad para el baile. Mira el pasito del doble.
Macri
, el verdadero se presenta para defenderse y de paso, explica sus planes de gobierno.
El
alter
ego de
Scioli
cambió con el tiempo, pero el histrionismo siempre estuvo presente.
Un momento imperdible para Daniel Scioli, y algo incómodo. Mirá con quién se encuentra.
Sergio Massa pidió derecho a réplica con su doble, el intercambio fue desopilante a punto tal que por momentos no se sabía quién era quién.
?La primera parodia a Cristina, allá por 2009, se convirtió en un clásico.
Fue un momento tragicómico, un blooper que pasará a la historia y que esmeriló la imagen del entonces presidente Fernando de la Rua. Antológico y un poco triste.
Las bromas e imitaciones no son patrimonio exclusivo de la clase política argentina. Obama, un experto en manejo de medios, parodia a un político corrupto,Frank Underwood de House of Cards
Lo cierto es que hoy -otra vez- Bailando por un Sueño y Marcelo Tinelli serán el epicentro de la política nacional. Y del rating.