22 Enero de 2022 10:50
Fueron muchas las pymes que se vieron obligadas a reconvertirse en pandemia. Muchas de ellas contaron con la ayuda del Estado, muchas se volcaron a la producción de los insumos que escaseaban para enfrentar la crisis sanitaria y muchas encontraron en la adversidad la posibilidad de ampliar sus mercados: ese es el caso de Stanich.
Hasta marzo del 2020, los parlantes Stanich eran conocidos por su potencia y calidad. Al ser fáciles de manipular, eran en "must" en grandes eventos y giras musicales. Sin embargo, el desembarco de la pandemia en la Argentina y el forzado cierre de eventos masivos los obligó a replantearse la producción.
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"Los que estábamos en un sólo rubro, con todos los huevos en la misma canasta, nos hizo pensar un montón de cosas", reconoció uno de los dueños de la ampresa, al tiempo que sumó: "Nuestros equipos son para recitales y música en vivo. También se venden en teatros y boliches".
Pero ese circuito se frenó durante la pandemia y fue ahí que la mano del Estado se convirtió en una fuerte aliada. El Ministerio de Desarrollo Productivo les otorgó un PAC con aportes no reembolsables de hasta tres millones de pesos por adelanto para asistencias técnicas. ¿Qué hicieron con ese dinero? Contrataron a un estudio de diseño que desarrolló parlantes más chicos para hogares e instituciones.Diseño eco: la pyme que convirtió tapitas de plástico en los anteojos "top" del momento
La nueva línea no sólo les permitió mantener abierta la pyme en pandemia, sino que además amplió sus mercados: ahora exportan a España y a varios países de la región. Además, recibieron el Sello del Buen Diseño, distinción que año a año otorga la Sepyme.
