por Natalia Torres
29 Marzo de 2019 19:32Para muchos, el término "maridaje" referido a vinos y comidas desentraña el prejuicio de lo complicado. Sin embargo, la ciencia de elegir el varietal ideal para cada plato pasa un poco por el gusto personal y otro poco por algunos lineamientos sencillos.
De Alba ofrece consejos simples para acercar el vino al gran público.
Así, la sommelier Agustina De Alba ofrece para BigBang tres caminos clave para seguir al momento de elegir con qué clase de vino acompañar cada velada.
Situarse en la estación del año
"En los días más fríos buscamos comidas más potentes, calientes y calóricas que nos abriguen y nos den calor. En verano, por el contrario, platos livianos, que nos refresquen", explica.
Los platos invernales permiten vinos con más cuerpo.
En ese sentido, para la sommelier el invierno invita a tintos de cuerpo medio, o muy intensos y el verano a vinos espumosos, blancos ligeros y aromáticos, de cuerpo medio, o rosados suaves, refrescantes y de baja graduación alcohólica.
Pensar en la intensidad del plato y en la del vino.
A la hora de combinar vinos y platos, lo que se busca es realzar y destacar tanto los sabores del plato como los del vino para que ninguno se opaque, y se potencien y destaquen entre sí.
"Si bien existen varios conceptos a la hora de pensar en estas duplas, hay uno que es el mas usado que es la combinación por afinidad", señala De Alba. "A platos mas intensos (guisos, estofados), vinos más intensos (tintos con cuerpo a intensos), y a platos más livianos (ensaladas, pescados grillados con guarniciones frescas) vinos mas livianos (blancos ligeros y aromáticos, blancos con cuerpo o incluso algún rosado). La idea es encontrar en el vino una intensidad similar de la que esta dada en el plato".
Identificar las características principales del plato
La sommelier relata que en, sus talleres y cuentas de Instagram, recibe varias preguntas que siguen un patrón similar: "¿voy a comer pastas, que vino me recomendás? ¿Con pescado que vino va?¿Con cerdo? Siempre digo que para determinar una combinación es fundamental observar la intensidad del plato en su totalidad", señala.
En ese sentido, la intensidad del plato no está dada exclusivamente por la materia prima, sino que tiene que considerarse además su método de cocción, si tiene salsa y si incluye guarnición. "No es lo mismo la intensidad de una pechuga grillada con mix de verdes que esa misma pechuga rellena y con papas a la crema", ilustra De Alba.
La idea, según De Alba, es no "casarse" con ningún vino.
"Aprender a combinar vinos con comida nos abre a una nueva variedad de sabores para disfrutar y explorar buscando que tanto el vino como el plato resulten favorecidos de esa combinación", subraya.
"Hay que tener en cuenta que siempre la comida va a cambiar la percepción del vino y viceversa. Lo bueno de todo esto es que ponerlo en practica y explorar depende de vos. Por eso siempre recomiendo no casarse con ningún vino y probar, probar y probar".
Vino en el teatro
Con consejos como éstos -y muchos más- De Alba llega el jueves 4 de abril al Teatro Picadero (Enrique Santos Discépolo 1857) con ¡Hola Vino!, un encuentro abierto que busca derribar mitos, despertar intereses y acercar el vino a la gente de una manera simple, concreta y divertida.
En la charla, la sommelier despliega anécdotas personales e interactúa con el público orientando con consejos prácticos. La experiencia cierra con una degustación de vinos especialmente elegidos. Los tickets pueden adquirirse en Plateanet.