"Mi hija murió de una puñalada certera en el hígado. Era una loca divina, pero nunca me cerraron cosas de la investigación, desde la fiscalía nunca me escucharon, jamás investigaron mi hipótesis". Con esas palabras desesperadas, Susana Cancelier se mostró dolida y con una profunda culpa por la forma en que el crimen de Nadia Ferraresi se investigó.
Si bien desde el asesinato de la joven pasaron casi 3 años, y desde entonces hay un hombre imputado y detenido, su madre sospecha que hay mucho más atrás, y que en verdad otras personas están implicadas en el crimen; algo que la Justicia hasta ahora decidió ignorar, a pesar de que existen muchas pruebas que señalan a otros culpables.
La última vez que Susana vio a su hija con vida fue el 10 de febrero de 2019, cuando ella la fue a visitar a su casa para contarle que estaba muy contenta porque iba a irse de viaje a Chascomús con su novio Marcos. Como solo viajaba cuatro días, le había pedido si podía quedar al cuidado de su hijo, quien ese entonces tenía 3 años 8 meses, y como abuela babosa, Susana dijo que sí.
Lo único que le llamó la atención fue el mensaje de alerta que le dio Nadia: le dijo que si la ex pareja de su novio se enteraba, seguro iba a ponerse nerviosa y que iba a complicar las cosas. Esa noche, Ferreresi llamó a su mamá para decirle que los planes habían cambiado y que no iba a llevarle a su nieto, ya que finalmente saldrían un día después porque a su novio se le había roto la camioneta.
En la mañana del 11 de febrero, Susana no lo olvidará jamás, mientras se preparaba para ir a trabajar, la policía fue hasta la puerta de su casa para anunciarle que algo malo había ocurrido con su hija, y en medio de una terrible sucesión de malas noticias, horas después se enteró que Nadia había fallecido en el hospital Horacio Cestino de Ensenada tras haber sido apuñalada en su casa frente a su hijo.
Aunque las hipótesis que se barajaron fueron distintas, finalmente la fiscalía a cargo de Maria Eugenia Di Lorenzo determinó que la víctima había sido asesinada por Omar Leandro Díaz, quien se cree que entró a la vivienda de la joven alrededor de las 6 de la mañana de ese lunes y que luego huyó corriendo por la calle.
"La causa se elevó a juicio antes de los 8 meses de su muerte y lo que más me duele es que nadie se comunica con la familia de la víctima, nada me avisaron. Este viernes había una audiencia muy importante porque era para presentar pruebas antes del proceso y yo no estaba ni enterada", explicó en diálogo con BigBang.
Si bien hasta ahora Susana no tenía abogado que la representara en la causa, como las cosas no avanzaron como era esperado, finalmente ahora decidió presentarse como particular damnificada junto a un letrado que ya pidió una prórroga para poder ver el expediente, con el objetivo de tomar nuevas medidas.
"Lo decidí ahora porque cuando pasó lo de mi hija, que va a hacer 3 años el 11 de febrero, yo me tuve que ocupar del nene, tuve que tramitar su guarda, que tengo la provisoria pero me van a dar la definitiva, y dejé pasar el tiempo y es difícil no sentirse culpable por eso, porque nunca me cerraron algunas cosas. Mi nieto presenció el hecho, y aunque pedí que le hicieran una cámara Gesell, no quisieron, no lo escucharon nunca, ni tampoco citaron a declarar a la pareja de mi hija", se quejó.
Si bien Susana no pudo decir mucho sobre lo que su nieto vio, porque durante la charla el nene estaba cerca de ella y no quería que la escuchara, lo cierto es que tras el crimen el niño le repetía a su abuela todo el tiempo que Marcos, el novio de su madre, había estado de visita esa noche en la casa, y que le había hecho daño a Nadia.
Sucede que desde la fiscalía que tomó el caso siempre le dijeron a Cancelier que no necesitaba abogados, porque ellos se iban a encargar de la investigación, pero mirando cómo sucedió todo, a la madre de la víctima le parece que más de una cosa estuvo mal investigada.
Las sospechas de Susana radican en el novio de su hija, y en su ex mujer, con quien Marcos tenía hijos y una pésima relación. "Díaz, el hombre detenido, era vecino de la ex del novio de mi hija. Le hacía mandados, y no vivía cerca de la casa de Nadia. O sea, era vecino de esta mujer, que amenazaba siempre a mi hija, y después mató a Nadia a puñaladas", denunció Susana en referencia a que pudo haberse tratado de un crimen por encargo.
La ex mujer del novio de Ferraresi en más de una oportunidad la había agredido. Además de haberle tirado el auto encima cuando encontraba a Nadia por la calle, la propia Susana fue testigo de un día en que fue hasta su casa para insultarla por salir con su ex. A pesar de eso, su novio siempre la convencía para que no la denunciara. "Cuando pasó todo, los vecinos me decían que seguro había sido ella la que la atacó. Ojalá no sea así. Que me prueben lo contrario y no tengo problema, pero que investiguen", exigió.
Sobre esto, la mamá de la chica fallecida recordó que tiempo antes del crimen, cuando su hija estaba de vacaciones en la Costa sola con el nene, se enteró que le habían entrado a robar, y según le dijeron los vecinos, se trataba de Díaz, quien supuestamente se llevó de la casa un ventilador.
"Yo no sé qué pruebas hay en contra de Díaz. Desde la fiscalía me dijeron que él tenía una obsesión con ella, pero Nadia nunca me contó nada, y sabiendo como era ella, a alguien se lo hubiera dicho y hasta hubiese puesto algo en Facebook. Yo misma fui a la fiscalía y pedí que me mostraran todo, el arma homicida, la autopsia, pero no me dejaron ver nada. Es un doble discurso el que tienen, te dicen que te van a asistir, pero si uno no está asesorado, porque no tenés ni idea de lo qué es entrar a una comisaría, uno confía, y eso fue lo peor que pude hacer", aseguró.
Si bien hay una cámara que mostraría al sospechoso corriendo tras salir de lo de Nadia, las imágenes no son muy buenas, y no permite ver muy bien de quién se trata. Aún así, Díaz fue detenido en Plaza Moreno, pero no llevaba consigo el arma homicida.
Otra cosa que a Cancelier le despierta dudas es lo rápido que le entregaron las llaves de la casa de su hija, y la ausencia de custodia. Si bien durante el día estuvo la policía científica, luego los agentes se fueron y como entró ella, cualquiera pudo haberlo hacerlo. Además, tampoco perimetraron la escena del crimen.
Según los peritos que hicieron la autopsia, el asesinato ocurrió alrededor de las 6 de la mañana, y luego se determinó también que la entrada a la vivienda no estaba forzada, aunque una amiga de Nadia declaró que ella siempre dormía con la puerta abierta.
De igual modo, a Susana no le cierra en absoluto la actitud que tomó Marcos tras el crimen. Si bien fue hasta el hospital cuando Nadia estaba internada, luego se fue y nunca más volvió a preguntar por su hijo, ni tampoco le dio el pésame a su madre. "El presentó un ticket de una pizzería diciendo que estaba comiendo ahí a las 22, pero yo hablé con una amiga de Nadia que tiene un kiosco cerca de su casa, y la chica dijo que a las 23 lo atendió y que le vendió un atado de cigarrillos y una cerveza.
"A la pareja de mi hija me la sigo cruzando, está pancho como si nada hubiera pasado. Nunca se presentó en mi casa para preguntar por el nene, nunca me dio el pésame. Después del hospital se lo llevaron a la comisaría, y no fue al velorio. Eso es raro. A mi abogado lo que más ruido le hizo de la investigación es que no lo hayan llamado a declarar a la fiscalía, y tampoco a mi nieto. Estoy totalmente disconforme con cómo hicieron todo, si me llegara a cruzar a una madre que le pasó lo mismo, ojalá que no, le diría que no crea en la fiscalía y que no se queden quietos. Me quedé callada este tiempo, pero ya no más", cerró.