Otra vez, el cuarteto está de luto. Walter Romero, ex líder de Banda XXI, se quitó la vida el sábado en su casa del barrio Fénix, de la ciudad cordobesa de Río Cuarto. Se dice que la depresión, los excesos y otros problemas fueron el oscuro cocktail que lo llevó a terminar con su vida. Pero no es el único cuartetero que tuvo un final trágico.
Walter Romero, ex líder de Banda XXI, se quitó la vida el sábado.
Las coincidencias son escalofríantes. Ídolos del ritmo de origen cordobés, jóvenes y con carreras en crecimiento son los protagonistas de muertes dolorosas, rápidas y con tinte policial que sacudieron a sus fans.
RODRIGO
Era sábado, había amanecido frío y lluvioso. La noticia conmovió a todos, incluso a los que no lo conocían. El "Potro" Rodrigo Buenos, a sus 27 años, estaba tirado sobre la ruta cubierto por una sábana. A unos metros se encontrada el cadáver de Fernando Olmedo, el hijo del cómico Alberto Olmedo.
De acuerdo a lo que se pudo reconstruir, la noche del 23 de junio de 2000, el cantante participó de la grabación del programa "La Biblia y el Calefón" que conducía Jorge Guinzburg. De allí fue a la bailante "Escándalo" y brindó un show ante 2 mil personas.
En ese lugar se encontró con Fernando Olmedo y cuando terminó le recomendaron que descansara. Pero la adrenalina pudo más y junto a Olmedo, su ex esposa, Patricia Pacheco y su hijo Ramiro, más otros dos hombres, emprendieron viaje en su 4x4.
Sin el cinturón puesto, el "Potro" circulaba a más de 120 km/hora por la autopista Buenos Aires-La Plata, a la altura de Berazategui.
En un momento el vehículo tocó a otra camioneta, al mando del empresario Alfredo Pesquera, y terminó en fatalidad.
WALTER OLMOS
Cinco minutos antes de la medianoche del sábado 7 de septiembre, Walter Olmos, a sus 20 años, no imaginó que hablaría por última vez con su novia, Vanesa Passaro.
Walter Olmos se disparó con un arma Bersa calibre 22.
Poco antes de que inicie la madrugada del domingo, se escuchó un estallido en el hotel San Cristóbal Inn, donde se alojaba el cuartetero. Allí, en la habitación 22 - el loco en la Quiniela- un grupo de hombres estaban paralizados por el horror.
Se miraban sin poder comprender lo que había ocurrido.
Olmos yacía en posición de cúbito dorsal sobre la cama luego de dispararse sobre la sien derecha. La bala quedó incrustada en su cráneo, y Walter sólo llegó a resoplar antes de perder la vida.
El heredero de Rodrigo elegía ese mismo hotel cada vez que llegaba a Buenos Aires para hacer sus show. Según declararon los testigos del episodio, Walter estaba jugueteando con una pistola Bersa calibre 22 largo, automática, registrada a nombre de una persona de Catamarca.
En un clima distendido, en un momento de humor y a punto de comer una pizza, gatillaban el arma sin el cargador. Walter apuntaba a sus amigos y jugaba a disparar, luego se acercó el arma a su cabeza y repitió la acción.
El velatorio fue transmitido en vivo y reunió a cientos de fans.
Luego le sumó las balas y el cantante siguió con su "juego". Decía que estaba trabada y que "no pasaba nada", hasta que se apoyó la pistola en su cien y se produjo la tragedia.
GILDA
Pese a no dedicarse al género del cuarteto, el ícono de la música tropical y de la cumbia, Gilda -Miriam Alejandra Bianchi- pasó de la popularidad al a inmortalidad a sus 35 años, cuando el 7 de septiembre de 1996 murió junto a su hija, su madre y tres músicos, en el kilómetro 129 de la ruta nacional 12, camino a Chajarí, Entre Ríos.
El colectivo accidentado en el que viajaba la dueña de hits como "Fuiste" y "No me arrepiento de este amor", es parte del santuario en el que se detallan los milagros que se le atribuyen a la cantante.
Su voz angelical y su rostro similar a la imagen del de una santa suma a las versiones que aseguran que es un ser celestial.