Un mes antes de fallecer Diego Maradona había expresado la voluntad de que su cuerpo sea embalsamado al igual que el de varios personajes notables de todo el mundo.
Con este procedimiento se evita la proliferación de microorganismos, se devuelve al cuerpo el color natural del rostro y se eliminan olores. El proceso implica inyectar en las arterias compuestos químicos como formol, alcohol etílico, borato de sodio, ácido fénico y glicerina. También se utilizan ceras y otros productos para conservar la piel y los tejidos.
Para evitar que la humedad arruine el trabajo, los cuerpos que pasan por este proceso deben ser mantenidos luego en cajas metálicas soldadas que luego se colocan dentro del ataúd.
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De Eva a Lady Di
"A las 8 y 25 minutos la señora de Perón ha pasado a la inmortalidad. El Presidente y todos sus colaboradores queremos que usted prepare el cadáver para exponerlo al pueblo y ser luego depositado en la cripta monumental que hemos de construir", fue el mensaje de Raúl Mendé, ministro de Asuntos Técnicos, a Pedro Ara, el doctor encargado de embalsamar a Eva Perón. Años después, el cuerpo de su marido Juan Domingo Perón también fue embalsamado.
El cuerpo del revolucionario soviético Vladimir Lenin, fallecido en 1924, fue embalsamado y expuesto en su mausoleo de la Plaza Roja de Moscú.
La tarea fue encargada a un laboratorio perteneciente al Instituto de Plantas Medicinales y Aromáticas de la URSS, que utilizó una fórmula -que implica sumergir el cuerpo en una mezcla especial- luego también aplicada a Josef Stalin, al dirigente vietnamita Ho Chi Minh y a varios líderes comunistas de todo el mundo.
El ex lider de Corea del Norte Kim Il-sung -abuelo del actual dictador Kim Jong-un- también fue embalsamado por especialistas rusos luego de su muerte en 1994, al igual que su hijo y sucesor Kim Jong-il, fallecido en el 2011.
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Mientras tanto, luego de su muerte en un accidente de tránsito en 1997, el cuerpo de Lady Di fue sometido a un proceso de embalsamamiento por el especialista Jean Monceau, quien también se encargó del mismo proceso en los cuerpos de la actriz Bette Davis, el del bailarín clásico Rudolph Nureyev y el oceanógrafo Jacques Cousteau.