Alejandrina Barry, diputada del FIT Unidad/PTS, denunció en redes sociales que grupo de vecinas del Barrio 21-24 fueron trasladadas subrepticiamente en horas de la noche del lunes al Hospital Ramos Mejía luego de ser sometidas a un testeo rápido de coronavirus sin que nadie les informara del resultado.
Las mujeres estuvieron más de un día en el hospital sin ningún tipo de protocolo y compartiendo espacio con infectados. En protesta por la situación, varias personas del barrio cortaron la calle Iriarte en Barracas
El presidente de la Comuna 4 Ignacio Álvarez también había denunciado en Twitter como "vergonzoso e inhumano" el trato que los vecinos del Barrio 21-24 testeados por coronavirus recibieronn por parte del gobierno de la Ciudad.
"Después de los testeos, a la espera del resultado, los aíslan en la Casa de la Cultura en el Barrio 21-24 y por la noche los llevan a hospitales donde no los quieren recibir. Los hacinan y destratan sin darle ninguna explicación. Todo esto con niños pequeños", describió.
"No solo es humillante, sino también peligroso para quienes eran negativos. Además, no brindan información de donde aíslan a los que resultan positivos ni siquiera a sus familias", agregó Álvarez.
"Por si fuera poco, mientras en los barrios del norte trasladan a las personas sospechosas en ambulancias del SAME, en el sur los amontonan como ganado en colectivos. No podemos permitir que siga habiendo ciudadanos de primera y de segunda".
En el Ramos Mejía
Paralelamente, de acuerdo a La Izquierda Diario, cuatro trabajadores de la sala de Neurología del Hospital Ramos Mejía, donde llevaron a las vecinas del Barrio 21-24, se habrían infectado de coronavirus.Vale recordar que el viernes pasado se confirmó que tres enfermeras del área de Neonatología y Obstetricia testearon positivas del virus, lo cual forzó a cuarentenar a 38 integrantes del sector.
Otro trabajador del nosocomio mientras tanto, señaló que los directivos se negaban a realizarle el hisopado a pesar de que estuvo en contacto con uno de los casos confirmados, y que sólo accedieron cuando les advirtió que hablaría con la prensa.
El personal del Ramos Mejía ya había denunciado que no reciben los insumos de bioseguridad adecuados, y que el hospital no cumple con los protocolos diseñados para la contención de la enfermedad.