El 30 de Septiembre de 2014, Ivethe no respiraba. Era una beba de pocos meses de vida. Tras una reanimación de tres minutos, la entubaron. Estuvo en la Unidad de Cuidados Intensivos, con un status convulsivo y muerte cerebral. La niña sobrevivió gracias a un cóctel de fármacos. Luego de dos meses y medio le dieron el alta. Y como terapia alternativa, inició un tratamiento con aceite de cannabis. Desde ese día fue el comienzo de otra historia, otra vida.
Los niños y el cannabis: las madre temen terminar presas pero desean mejorarles la vida.
Hoy, su madre junto a otras mamás y sus hijos marchan para reclamar por una modificación a la ley de drogas. Desde las 14, en la Plaza de Mayo serán miles los que pidan por el fin de los allanamientos, detenciones y procesos penales a cultivadores de cannabis y soliciten que cesen las detenciones y procesos penales a los usuarios por la simple tenencia de sustancias psicoactivas prohibidas.
Una vez más exigen el fin de las detenciones a los cultivadores.
Otro de los reclamos es la autorización estatal del uso medicinal del cannabis y sus derivados. Al mismo tiempo, reclaman que se inicien investigaciones con estímulo estatal para conocer los usos medicinales e industriales del cannabis.
Ivethe es una de los tantos niños que utilizan THC para mejorar sus condiciones de vida. En su caso, el pronóstico de vida no era alentador. La niña tenía un gran daño neurológico ocasionado por las convulsiones. “Pasamos miles de hospitalizaciones debido a su condición, pero Ivethe pese a todo avanzaba, sostenía su cabeza, balbuceaba, e intentaba succionar”, recuerda María al mencionar que desde los cinco meses de vida de su hija sabía que padecía Síndrome de West.
Ivethe y su mamá. Foto: Mamá Cultiva
“Decidí un día dejar de llorar y comencé a probar con otras terapias. Me interioricé sobre los efectos del cannabis para la epilepsia refractaria. Llegué a la Fundación Daya y luego a Mamá Cultiva. Hoy puedo decir con mucho orgullo, que esto es lejos lo mejor que nos ha pasado", dice María."Ivethe toma resina hace ya cuatro meses con resultados realmente sorprendentes. En estos cuatro meses sólo ha tenido espasmos dos veces” resume y celebra cada sonrisa de su hija. La niña está conectada con su entorno, expresa sus emociones, reconoce las voces y come por boca. Su mejoría también se refleja en la disminución de toma de anticonvulsivos. De siete pastillas diarias, ahora sólo toma dos dosis bajas.
Las mamás en lucha.
También está el caso de Sofía, que nació con malformación cerebral. Según dijeron los médicos, la afectó un virus en la etapa cogestacional del embarazo. Nunca se pudo comprobar el por qué de su estado. Puede haber sido un citomegalovirus o un síndrome de Torch quizás. Pero lo cierto es que Andrea supo que tenía que hacer algo.
Sofía junto a sus mamá Andrea. Foto: Mamá Cultiva
Luego de varios estudios, Andrea detectó que la cabeza de Sofía había dejado de crecer. Para encontrar alguna alternativa y mejorar su vida, se contactó con Mamá Cultiva e inició una tratamiento con el aceite canábico.
Los casos se multiplican y los pedidos de lucha se contagian entre las mamás. Son todas consideradas mamás de los niños que necesitan el cannabis para mejorar su vida.
Andy Kusnetzoff se sumó al apoyo del autocultivo
Pampita también se sumó al pedido de Mamá Cultiva.
Para difundir su mensaje, se organizaron distintas campañas en las cuales varios famosos adoptaron el lema #YoMePongo enSusZapatos. Su lucha sigue firme pese a que el 23 de noviembre se aprobó un proyecto que busca regular la importación y consumo del aceite de marihuana para su uso en pacientes con determinadas patologías. La iniciativa pasó al Senado para su debate y eventual aprobación definitiva como ley.
LA LUCHA LUEGO DE LA APROBACIÓN
El texto, apoyado con 221 votos, fue impulsado por Cambiemos y pretende regular la investigación médica y científica del uso medicinal del cannabis y sus derivados, pero no habilita el monocultivo.
Valeria Salech, presidenta de Mamá Cultiva en la Argentina, es bien clara: "Lo que nosotras buscamos es que se apruebe el autocultivo. Es la única forma de llegar democráticamente a esta medicina".