23 Junio de 2017 13:11
El plan comenzó a concretarse semanas después de la asunción de Mauricio Macri como presidente de la Nación y Horacio Rodríguez Larreta como jefe de Gobierno porteño, pero ya tenía antecedentes. De los primeros anuncios que hicieron fue la unificación de las policías Metropolitana y Federal, que demoraría un año en entrar en vigencia. Uno de los objetivos centrales en este tiempo fueron los manteros. De Flores a La Salada, cómo fueron los operativos para acorralar a los puesteros en distintas zonas.
No era el primer desalojo de manteros en la Ciudad, pero fue el que inició una seguidilla de operativos registrados en el último año y medio con el foco puesto en eliminar a los puesteros que venden ropa y demás productos en la vía pública. En un megaoperativo montado a mediados de enero de 2016 eliminaron de un plumazo a los más de 1.500 puesteros que había en la zona de la avenida Avellaneda, en los barrios de Flores y Floresta.
En enero de 2016 los manteros de Flores y Floresta fueron desalojados.
Ese fue el puntapié, pero le siguieron una decena de operativos similares, principalmente porque los manteros trataron de resistir al máximo posible. Inclusive, aún hoy permanece una fuerte presencia policial en la zona, con varios efectivos por cuadra. En esa ocasión se hicieron 27 allanamientos y hubo varios detenidos por mercadería ilegal. Sin embargo, un hecho curioso se apropió de aquella jornada calurosa del verano de 2016: en un descuido policial, un grupo de manteros robó uno de los camiones en los que se decomisaba la mercadería que vendían.
La decisión, aplaudida por los comerciantes de la zona y por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), se prolongó por varios meses, hasta que en marzo del año pasado los manteros volvieron a tomar la zona y fueron nuevamente desalojados, con algunos incidentes con la Policía.
En Once el desalojo de los manteros se concretó en enero pasado.
Luego de los operativos en Flores y Floresta, el plan para eliminar a los manteros se trasladó a Caballito. El 29 de enero de 2016 la Metropolitana y la Federal montaron un megaoperativo con más de 500 efectivos en la avenida Rivadavia, entre Río de Janeiro y Acoyte, para desalojar a los vendedores ambulantes que operaban en esa zona. En esa ocasión hubo 26 allanamientos y secuestraron unos 100 bolsos con mercadería ilegal y descubrieron casas tomadas.
Por esos días BigBang revelaba la existencia de una mafia que operaba en la zona cobrándole a los manteros por trabajar, de la que participaban siete comisarios, seis subcomisarios y varios agentes de la Comisaría 12.
En 2016 también hubo desalojo a los manteros de Caballito, sobre la avenida Rivadavia.
Según datos de la CAME, en Buenos Aires y el conurbano, la facturación ilegal es superior a los 50 mil millones de pesos, lo que el año pasado representaba un 40 por ciento de la facturación de los locales tradicionales. De hecho, la CAME tuvo un rol central en las negociaciones que se llevaron a cabo este verano para desalojar a los manteros del barrio porteño de Once, que se concretaron bajo un contexto de graves incidentes y heridos.
De acuerdo a las cifras de la CAME, el comercio ilegal se había reducido más de un 30 por ciento desde 2015. Luego de la detención del “rey” de La Salada, Jorge Castillo, ayer durante todo el día se concretó el desalojo en una de las zonas más calientes de manteros: La Ribera, la zona aledaña a la megaferia que esta semana quedó en el ojo de la tormenta.
Ayer desalojaron los puestos que se ubicaban sobre La Ribera, en La Salada.
Sin embargo, uno de los operativos más grandes se concretó en enero pasado, cuando el Gobierno porteño desalojó a los manteros de Once, ubicados durante largos años sobre la avenida Pueyrredón, no sin pocos incidentes: los puesteros hicieron varias protestas y fueron reprimidos por la Policía de la Ciudad, que recién comenzaba a operar. Mientras tanto, ahora avanzan las obras de peatonalización en la zona.
Aunque aún no tiene fecha, no son pocos los que especulan con un desalojo a los manteros de Liniers, que hoy es una de las zonas de la Capital Federal más complejas en materia de trabajo ilegal en la vía pública. En marzo, Rodríguez Larreta anunció: “El desafío más grande ahora es Liniers, y lo vamos a hacer este año”.
