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Las secuelas del Covid-19: revelan complicaciones en corazón, riñones y cerebro en los pacientes recuperados

El virus puede dañar no sólo los pulmones sino el corazón, los riñones y hasta el cerebro. 

17 Agosto de 2020 13:27
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Mientras el número de pacientes de coronavirus dados de alta en nuestro país alcanza las 217.850 personas, la comunidad científica aún trata de comprender las posibles consecuencias a largo plazo del virus en el organismo. 

Así, aunque aún no se puede determinar si esas secuelas son temporales o permanentes, se sabe que el virus puede causar no sólo daño a los pulmones, sino también al corazón, los riñones, el intestino, el sistema vascular y el cerebro.

En ese sentido, estudios efectuados en abril sobre los primeros pacientes dados de alta en China mostraron reducción de la capacidad pulmonar incluso entre aquellos que no estuvieron en estado crítico.

Mientras tanto, en un grupo de 143 pacientes evaluados en Italia -de los cuáles solo el 12,6% había sido ingresado a terapia intensiva- el 87,4% reportaba la persistencia de al menos un síntoma como fatiga y dificultad respiratoria más de dos meses después de ser dados de alta.

En los casos más severos de coronavirus pueden observarse secuelas más graves como la aparición de fibrosis pulmonar, una enfermedad crónica caracterizada por el daño al tejido pulmonar que deriva en la formación de cicatrices que quitan elasticidad al tejido original, provocando que el pulmón se expanda menos o con mayor dificultad.

La fibrosis puede ser causada tanto por la inflamación causada por el organismo en sus intentos por expulsar al virus, como por el tratamiento con ventilación mecánica, que puede imponer presión en el tejido pulmonar.

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Además, los periodos prolongados de internación en terapia intensiva que alcanzan a alrededor del 5% de los infectados de coronavirus pueden generar en los pacientes pérdida de fuerza muscular, cambios en la fuerza motora o sensibilidad debido a la disfunción de los nervios, depresión, ansiedad, cambios cognitivos, y deterioro de la memoria y de la capacidad para razonar.

Corazón, riñones, cerebro y sistema circulatorio

Mientras tanto, una vez que el virus consigue cruzar la barrera inmunológica y se establece en nuestros pulmones, pueden seguir dañando otros órganos como el corazón, el intestino y los riñones.

Un estudio realizado en 100 pacientes en Alemania determinó que el 78% presentó algún tipo de anomalía en el corazón más de dos meses después de ser dado de alta. El 67% había desarrollado un cuadro leve de la enfermedad.

En el caso de los riñones, mientras tanto, un relevamiento de casi 5.500 pacientes internados en Nueva York entre el 1 de marzo y el 5 de abril reveló que más de un tercio desarrolló insuficiencia renal aguda.

Si bien aún no se determinó el mecanismo exacto que causa estos problemas sistémicos, una posible explicación es la "tormenta inflamatoria" que genera el sistema inmunológico para tratar de combatir el virus. Alemania halló que, de 100 pacientes recuperados, el 78%.

También ha sido documentada en pacientes con coronavirus la aparición de una serie de síntomas neurológicos, que van desde la confusión mental al deterioro cognitivo o el delirio.

En casos más graves pueden aparecer convulsiones, síndrome de Guillain-Barré (que ataca el sistema nervioso y causa debilidad y hormigueo en las extremidades), encefalitis y apoplejías.

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Finalmente, y por razones aún desconocidas por la ciencia, al parecer el coronavirus aumenta la tendencia de la sangre a coagularse, lo cual puede desembocar en trombosis venosa y, eventualmente, derrame cerebral, embolia pulmonar o necrosis de las extremidades.