Con una clara sospecha de que algo pasaba, pero sin saber bien de qué se trataba, una maestra de una escuela de Quilmes logró evitar un femicidio en la casa de uno de sus alumnos, después de que fuera hasta la vivienda para ver por qué el niño había perdido conexión con la escuela y se encontró con un situación de violencia extrema.
Según contó a los medios Flavia Angelino, este lunes la orientadora educacional de la Escuela Primaria Nº 9 de Quilmes, llegó a la casa de uno de sus alumnos de cuarto grado porque desde hacía por lo menos un mes que el chico no se conectaba a las clases virtuales.
Aunque su intención era preguntarle a los padres del pequeño qué estaba pasando, cuando arribó al lugar lo primero que escuchó fueron gritos y, segundos después, vio una imagen terrible.
Leer más | Policía de civil acribilló a un hombre en Saavedra por un celular y la familia denuncia gatillo fácil
“La mamá (del alumno) salió gritando y el padre atrás. En ese momento le hundió el cuchillo en el pecho”, contó en diálogo con TN la docente, quien explicó que vio toda la secuencia justo cuando llegó hasta la puerta de la casa.
Según dijo, ante los gritos de auxilio de la mujer, los vecinos de la zona empezaron a salir a la calle, aunque recién vieron a la víctima cuando logró salir de la casa para pedir ayuda, mientras intentaba huir del agresor. “Tenía la cara desfigurada”, aseguró.
Leer más | Sobreseyeron a una mujer y a su hija que mataron a un hombre de 185 puñaladas
Así fue que Angelino y los vecinos llamaron a un patrullero que andaba por la zona, por lo que la policía arribó al lugar, mientras que la mujer atacada trasladada al Hospital Iriarte, con una herida profunda en el tórax y cortes en la cara. Allí la víctima fue intervenida quirúrgicamente aunque se encuentra bien de salud.Por su parte, Gabriel Lezcano, el acusado, fue interceptado por los efectivos cuando intentaba escapar, a pocos metros del lugar del hecho.
Sobre su alumno, la maestra dijo que tanto ella como su hermano, que estaban adentro de la casa al momento del ataque, quedaron ahora al resguardo de familiares pero que “estaban bien” y no había evidencias de que hayan sido sometidos a malos tratos.
En cuanto al chico de 4°, dijo que ella había ido a visitarlo porque se comunicaba poco en la escuela y lo que pasaba en la casa “quedaba puertas adentro”. Aún así, sostuvo que nunca imaginó que la situación era tan violenta, por lo que resaltó la importancia de darles contención a los chicos: “Salvar vidas es parte de nuestra función. Crear la vida colectiva de estudiantes y docentes”.